Varios países deciden no acudir a la conferencia de la ONU sobre racismo
ABC, , 20-04-2009Tras Israel y Estados Unidos, también Holanda, Australia y Alemania anunciaron hoy que no participarán en la conferencia sobre el racismo de la ONU que comienza el lunes en Ginebra.
La preocupación ante una condena unilateral a Israel y una intervención del controvertido presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, están llevando a un creciente número de estados a cancelar su asistencia a la conferencia.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inaugurará el lunes la conferencia en Ginebra, que abordará la problemática de la discriminación y la intolerancia. Ahmadineyad dará una rueda de prensa por la tarde.
Israel quiere boicotear la intervención de Ahmadineyad. La radio pública israelí anunció hoy que Jerusalén presiona al presidente suizo, Hans-Rudolf Merz, para que suspenda un encuentro previsto con Ahmadineyad y no le estreche la mano.
Israel asegura que el presidente iraní respalda el terror y no reconoce el derecho de existencia del Estado hebreo. El embajador israelí ante Naciones Unidas en Ginebra, Ronny Leschno Yaar, sostuvo en la emisora de radio que Suiza pretende “congraciarse ignominiosamente con un negacionista del holocausto y un país que odia a Israel”. Aunque la intención sea propiciar una moderación de la postura de Ahmadineyad, la cita seguramente tenga el efecto contrario, afirmó el representante israelí en Ginebra. Israel siente amenazada su existencia por Irán. El nuevo primer ministro Benjamin Netanyahu considera el posible rearme nuclear de Irán como la mayor amenaza global.
En tanto, el ministro de Exteriores holandés, Maxime Verhagen, señaló hoy que algunos estados siguen intentando utilizar la conferencia de la ONU para manifestar su concepto religioso acerca de los derechos humanos. Precisamente aquellos países que “tienen aún mucho que hacer en el terreno de los derechos humanos” intentan “llevar a Israel unilateralmente al banquillo de los acusados”, explicó el ministro.
La conferencia pretende reanudar la gran conferencia antirracismo de Durban, celebrada en 2001. Entonces unos 170 países acordaron elaborar un programa de acción para combatir la discriminación. El encuentro finalizó con un escándalo. Los representantes de Estados Unidos e Israel abandonaron indignados la cumbre por el aluvión de críticas vertidas contra el Estado judío.
En cuanto a la conferencia que inicia mañana, Estados Unidos justificó su ausencia con el hecho de que el borrador de la declaración final, estipulado el viernes por un comité preparatorio, se basa expresamente en los acuerdos de Durban.
Washington señaló que no puede apoyarlos debido a las referencias sesgadas al conflicto de Cercano Oriente. Además, asegura, hay nuevos apartados en el texto que podrían contradecir el derecho a la libertad de expresión. Debido a la incertidumbre que reinaba hasta el viernes con respecto al documento final, sólo unos pocos invitados de alto rango han aceptado acudir al encuentro.
La Alta Comisaria de la ONU para Derechos Humanos, Navi Pillay, lamentó la decisión norteamericana. Se manifestó “impactada y profundamente decepcionada” por la ausencia de Estados Unidos, según dijo hoy desde Ginebra.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió hoy la decisión de su país de no participar en la conferencia al decir que los organizadores del encuentro insistían en presentar acusaciones de racismo contra Israel cuya formulación era inaceptable. Asimismo, el mandatario destacó que respalda a la ONU y que su intención es fortalecer la institución con todos los medios posibles.
El ministro del exterior alemán, Frank-Walter Steinmeier, explicó que se teme que esta conferencia, al igual que la precedente en 2001, sea utilizada como “plataforma para otros intereses”. Añadió que la decisión de no participar fue tomada tras una teleconferencia con varios colegas de la Unión Europea (UE).
En tanto el ministro del Exterior australiano, Stephen Smith, dijo que se teme que algunos participantes puedan mal utilizar la conferencia como “plataforma para expresiones escandalosas y antisemitas”.
En tanto, el papa Benedicto XVI espera que la conferencia se traduzca en “una acción concreta en ámbitos nacional e internacional”, para erradicar cualquier forma de racismo y discriminación en el mundo, según manifestó hoy el pontífice católico en su residencia de verano Castel Gandolfo.
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