Alrededor de un tercio de los gitanos gallegos viven en poblados

Un año después de las movilizaciones que incrementaron la tensión en A Coruña, Lugo y Pontevedra, los dos primeros puntos han conseguido reenfocar el conflicto, pero el tercero se ha enquistado en un callejón sin salida.

En A Coruña, la necesidad de liberar Penamoa para construir la tercera ronda ha acelerado los trámites para realojar a las cien familias que residían en el poblado. Veinte ya están fuera, residiendo en diferentes pisos de la ciudad. Antes han tenido que pasar por un itinerario de integración que ha revertido en una nueva vivienda. El proceso incluía la nunca fácil inmersión en el mercado inmobiliario. El plan prevé un convenio con Caixa Galicia de manera que las familias pueden acceder a un crédito hipotecario si encuentran el piso adecuado. Para ello cuentan con una ayuda de 40.000 euros que contribuye a financiar el nuevo piso. Los adjudicatarios de las viviendas sociales de Mesoiro o Eirís deben renunciar sin embargo a ese derecho para culminar el proceso de realojo.

En Lugo, las protestas se generaron después de que catorce familias gitanas consiguieran también una vivienda de protección oficial. El sorteo sigue paralizado, aunque el Concello ha finalizado ya el proceso de adquisición de otros pisos para ofrecerlos a las familias gitanas. «Lo que esperamos es que se constituya la nueva Xunta para que se reactive la comisión que debe finalizar este asunto», aseguran fuentes del Concello de Lugo. En ese sentido, el plan es que las catorce familias afectadas vayan siendo realojadas a lo largo de los próximos meses en diferentes pisos repartidos por toda la ciudad.

Por el momento, ni en Lugo ni en A Coruña se ha generado rechazo alguno en los realojos o compras de vivienda que los ayuntamientos han efectuado para culminar el plan. En cualquier caso, mientras en Penamoa se prevé la desaparición del poblado, que hasta ahora era el mayor del noroeste de Europa, en Lugo el plan afecta únicamente a 14 familias de las aproximadamente 40 que aún residen en O Carqueixo.

La situación en el poblado de O Vao es que la que menos ha evolucionado. Algunas familias que fueron realojadas tuvieron que abandonar por la presión sus nuevas viviendas y, de hecho, una familia trasladada a la aldea de Caritel, en Ponte Caldelas, soporta semanalmente la concentración de los vecinos que exigen que se vayan. «A situación entrou nunha dinámica negativa», explican fuentes del Secretariado Gitano.

En Galicia hay aproximadamente unos 9.500 gitanos de nacionalidad española y unos 1.500 portugueses. Una tercera parte aproximadamente reside en poblados chabolistas o infraviviendas. Penamoa, O Carqueixo y O Vao son los asentamientos más importantes. También están en marcha realojos en Macesa y Maside.