DV. La posibilidad de que la zona de influencia de Eibar cuente con dos centros de acogida para menores extranjeros ha hecho que el alcalde Miguel de los Toyos señalase ayer su preocupación por esta acumulación. «Estos centros de acogida a fecha de hoy generan problemas. Ojalá deje de ser así pero es una realidad y nos preocupa que la zona de influencia de Eibar pueda contar próximamente con dos centros» indica. Al centro cuya puesta en marcha está prevista en terrenos pertenecientes a Elgeta, junto a la presa de Aixola, se suma la previsión de uno más en terrenos de Eibar o Soraluze. La Diputación Foral de Gipuzkoa inició los trámites para la adquisición de un inmueble para estos fines.

El primer edil eibarrés recuerda las políticas que tienden al reparto geográfico de estas instituciones. Sin embargo, apela al hecho de que pese a estar en distintas poblaciones, los dos centros tendrían en Eibar su área de influencia. «Aunque pertenezca a Elgeta, las poblaciones de acceso más directo son Ermua y Eibar» señala sobre el centro de Aixola Goikoa al que se sumaría otro, probablemente en Eibar, también con la ciudad como población más cercana.

De los Toyos aclara que «no digo que no se tengan que hacerse estos centros» pero alude a la «concentración» que produciría la puesta en marcha de estas dos casas de acogida con una proximidad notoria entre ambos. Además, señala el área de la presa de Aixola como una zona de esparcimiento principalmente utilizada por los vecinos de Eibar y Ermua.

La Diputación Foral de Gipuzkoa publicó el pasado mes de enero en el Boletín Oficial de Gipuzkoa una convocatoria para la compra de un inmueble en los términos municipales de Eibar o Soraluze, con capacidad para acoger a 24 personas. La puesta en marcha de este centro sumado al que se prevé en terrenos de Elgeta supone cerca de 40 plazas.

Situación de desprotección

Centros como los que se prevén en el área de influencia de Eibar acogen a menores de edad extranjeros que se encuentran en situación de desprotección. La falta de familiares que se hagan cargo de ellos hace que la administración se deba hacer responsable. Sin embargo, los centros que existen en Gipuzkoa han vivido episodios de saturación en sus instalaciones lo que ha contribuido a que no se consigan los efectos planteados para su puesta en marcha. El objetivo de estos centros es favorecer la integración de los jóvenes que provienen principalmente de Marruecos. Para ello se dota a estos hogares de educadores que tratan de cumplir estos objetivos. Sin embargo, son conocidos los casos de delincuencia juvenil o incidentes violentos que han venido salpicando a algunos de los internos en estos centros. Es por ello que se han granjeado una mala fama y la mayor parte de la población no es favorable a la instalación de estos centros de acogida en su entorno.