Casi la mitad de los vecinos de Rioja Alavesa ve a los inmigrantes como "una amenaza" laboral

Diario de noticias de Alava, garikoitz montañés, 14-04-2009

Un avance del Plan Foral de Inmigración también recoge que los extranjeros no se han sentido discriminados en el trabajo

vitoria. Un 44% de los autóctonos residentes en Rioja Alavesa ve a los inmigrantes como “un obstáculo” para conseguir empleo. Entre quienes carecen de trabajo, esas cifras superan el 57%. Es decir, que entre estos ciudadanos alaveses existe un “sentimiento de amenaza” con respecto a la competencia que puede suponer la población extranjera. Ésta es una de las conclusiones más llamativas del esperado primer Plan Foral de Inmigración, un proyecto del Departamento alavés de Juventud para sacar una fotografía en torno a este colectivo en la provincia y que, en su avance, se ha centrado en la Cuadrilla de Rioja Alavesa, que junto a Vitoria es la que presenta más índices de población inmigrante de Álava.

El Plan Foral de Inmigración fue uno de los primeros proyectos anunciados por el diputado foral de Juventud, Javier Aspuru. El representante de Aralar en el tripartito foral se refirió a esta iniciativa, en noviembre de 2007, como “una prioridad” para conocer los problemas de los inmigrantes y fomentar su integración en el territorio. El documento tendría una experiencia piloto en Rioja Alavesa: no en vano, mientras que el 7% de la población de Álava es extranjera, ese porcentaje supera el 8% en esta zona, clave en las relaciones entre foráneos y autóctonos al, por ejemplo, centrar el trabajo temporero durante la vendimia.

Las conclusiones de este primer informe se conocerán a finales de este mes, aunque ya se ha presentado un avance. Entre las principales, destaca en plena crisis económica ese temor a que los extranjeros supongan un obstáculo – ya sea en muchas ocasiones o sólo algunas veces – para los alaveses a la hora de conseguir un empleo. El Plan de Inmigración detecta una sensación similar entre los encuestados cuando se habla de ámbitos como la vivienda o el acceso a servicios y prestaciones sociales. Sin embargo, también cabe mencionar que un 48,5% de los autóctonos no cree que la inmigración tenga una incidencia negativa o positiva. Más de un 25%, de hecho, ve el vaso medio lleno.

En cuanto a los inmigrantes, preguntados por el mismo tema, el 77,6% deja claro que no ha notado un trato discriminatorio en su trabajo. Casi un 6%, eso sí, asegura haberlo recibido muchas veces. La mayoría, por otro lado, apunta que sus condiciones laborales “distan mucho de ser satisfactorias”. Un 66% de los extranjeros encuestados disfruta de una nómina, pero casi un 23% no tiene contrato, y la mayoría afirma que tiene problemas económicos para llegar a fin de mes: un 13,5% sufre esta situación siempre, mientras que la mitad la afronta a menudo o sólo durante algunas temporadas.

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