Sarkozy restringirá la mano de obra extranjera en favor de los franceses

El Mundo, 08-04-2009

Quiere que 27.000 extranjeros sean expulsados o regresen voluntariamente a su país París


El presidente francés, Nicolas Sarkozy, considera que en el actual contexto de crisis económica y, teniendo en cuenta que la tasa de paro de los extranjeros no comunitarios es del 22%, debe «descartarse firmemente» toda perspectiva de relanzar de manera «global, masiva e indiferenciada» la inmigración laboral. «La prioridad absoluta debe ser que el empleo vuelva a las personas que se ven privado de él en Francia», señala el jefe del Estado galo en una carta sobre los objetivos de la política migratoria remitida al titular del Departamento, Eric Besson, difundida ayer por el Elíseo.


Así pues, pide a Besson que sólo se recurra a la emigración laboral en dos casos concretos. En primer lugar, cuando las empresas se enfrenten a un problema «estructural, duradero y cierto» de mano de obra en el mercado laboral francés y comunitario, «evitando cualquier exclusión de las personas privadas de empleo en el mercado francés». En segundo lugar, cuando se trate de personas cuya entrada en Francia se compruebe que será «favorable» para el dinamismo económico y la creación de empleo en el país. Además, Sarkozy pide al ministro que la inmigración profesional se tenga en cuenta desde el punto de vista estadístico en todas sus formas: trabajadores extranjeros, trabajadores temporales y fichas de competencias y cualidades.


Entre las prioridades que se fija Sarkozy figura igualmente reforzar la lucha contra la inmigración irregular insistiendo especialmente en la represión del tráfico. En este sentido, subraya que las regularizaciones deben mantener un carácter «excepcional» y los irregulares deben abandonar Francia o ser expulsados.


El jefe del Estado fija el objetivo de 27.000 expulsiones o regresos voluntarios y reclama al ministro hacer más eficaz el instrumento del retorno voluntario, mecanismo al cual se acogió un tercio de los irregulares en 2008 para volver a sus países de origen.Además, pretende que se estudien todas las iniciativas que optimicen el uso biométrico para reducir el fraude en la concesión de visados de corta duración.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)