34 ‘sin papeles’ participan en la primera procesión multicultural de España Melilla

Melilla está inmersa en los preparativos de la Semana Santa, una fiesta que ha perdido peso porque sus ciudadanos aprovechan para irse de vacaciones a otros lugares y porque ha aumentado progresivamente el número de habitantes musulmanes. Por eso, un grupo de 34 sin papeles del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti) participará en las procesiones del Jueves Santo y el Domingo de Resurrección portando a hombros los tronos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío junto al resto de los cofrades de la hermandad.

Hasta 69 inmigrantes se presentaron voluntarios y, al final, fueron elegidos 30 hombres y cuatro mujeres subsaharianos y paquistaníes.Unos creen en Alá y otros practican la religión hindú, pero todos querían ser útiles a la ciudad.

A lo largo de este mes han aprendido a llevar un paso procesional e interpretar todos los elementos que intervienen, como los toques de campana, los ritmos del tambor y las órdenes del capataz, traducidas simultáneamente al inglés por Obarack, un ingeniero nigeriano de 31 años que llegó nadando desde Marruecos hace año y medio.

El viernes, día del ensayo general de la salida procesional, fue la prueba de fuego. Los inmigrantes tuvieron que poner en práctica lo que habían aprendido a lo largo de cuatro ensayos: levantar el trono a hombros, bajarlo, girarlo en las curvas, alzarlo al cielo o cambiar el ritmo. Muchos melillenses acompañaban a los porteadores. Y es que en los últimos días se han convertido en estrellas mediáticas, por la curiosidad que suscita la primera procesión multicultural que se celebra en España.

«Mira ése, el de los rizos. ¡Se mueve como Bob Marley!», decía una vecina, resaltando el ritmo con el que un subsahariano daba los pasos.

«¿Por qué no iban a participar si lo piden? Si les cerramos las puertas, no estaremos obrando conforme a nuestro título de cofrade», aseveraba el hermano mayor de la Cofradía del Cautivo, Gregorio Castillo.

A su lado, Obarack revelaba lo que le iba a pedir a Jesús Cautivo cuando lo sacara a hombros: «¡Por favor, dame papeles, dame la residencia!».