La apacible Binghamton sin explicación tras masacre en centro de inmigrantes
Prensa Libre, 04-04-2009
BINGHAMTON, EEUU (AFP) –
La acción de un hombre que este viernes mató a 13 personas en un centro de ayuda a inmigrantes antes de quitarse la vida sumió en la consternación a Binghamton, pequeña ciudad al noroeste de Nueva York golpeada por la crisis, que busca una explicación a la masacre.
“¿Como explicar esto? No tiene explicación”, dijo a la AFP Joe Sellepack, pastor principal de esta localidad de 50.000 habitantes situada a 217 kilometros al noroeste de Nueva York.
En la pequeña Iglesia Luterana del Redentor, a apenas tres cuadras del lugar de la tragedia, mas de un centenar de personas, en su mayoría vecinos, acudieron por la noche a una vigilia de recogimiento y plegaria.
Por la mañana, un cuadragenario identificado por la policia como Jiverly Wong, al parecer de origen vietnamita, habia irrumpido armado en la sede de la American Civic Association, donde los inmigrantes aprenden inglés.
El hombre bloqueó con su automóvil la puerta de salida trasera del local y abrió fuego contra los asistentes, mató a 13, hirió a cuatro y se quitó la vida, sin dejar ninguna pista sobre sus motivaciones. Otros 37 salieron ilesos.
El gesto resulta tanto más inexplicable para los habitantes de Binghamton cuanto la ACA local era reverenciada por todos desde hace décadas como una institución de alta utilidad social.
“Estamos todos consternados, trantando de entender como pudo suceder algo así”, dijo el pastor Sellepack. “La ACA es la puerta de entrada, donde uno aprende a ser estadounidense”, comentó.
Binghamton, explicó, “es muy diversa étnicamente”. “Muchos de nuestros inmigrantes provienen de Asia, de Corea o Vietnam, y de países musulmanes. La mayoría de las víctimas de esta tragedia eran budistas y musulmanes”.
Aunque apacible de aspecto con sus casas de estilo victoriano, sus parques y su Universidad, Binghamton no escapa sin embargo al impacto de la crisis económica que golpea al país entero.
“La crisis realmente está pegando a la gente aquí. Tuvimos mucha gente licenciada por IBM”, agrega el pastor. Junto a IBM, la aseguradora AIG, el constructor aeronáutico Lockheed Martin y la Universidad de Binghamton son las principales fuentes de trabajo del área, principalmente en servicios.
Ebony Labiloe, que trabaja en un centro médico de la ciudad, tampoco halla explicación a la tragedia: “Había clases, había estudiantes, ¿cómo se puede hacer daño a alguien simplemente porque está estudiando un idioma?”
La misma incomprensión es compartida por un inmigrante chino de 66 años, Peter Lu, instalado hace décadas en el lugar. “Esto era muy útil para la gente de otros países, no lo entiendo”, dice Lu, cuya esposa “aprendió inglés allí, desde el ABC”.
Douglas Setzer, un pastor de 47 años que vivió toda la vida en el lugar, arriesga una explicacion que hace eco a las innumerables otras recientes masacres inexplicadas, que se han vuelto casi rutinarias en Estados Unidos.
“Hay mucha gente acá que está padeciendo síntomas de depresión porque están perdiendo sus empleos”, dice. De hecho, algunos medios estadounidenses indicaron que Voong habia sido licenciado recientemente.
“Alguna gente – prosigue Setzer – pierde la fe y termina explotando, y hace cosas que no debería hacer. Binghamton es básicamente un lugar apacible sin grandes problemas, un lugar adecuado para criar a los hijos con muchos parques, es una ciudad amigable”.
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