Un hombre armado abrió ayer fuego dentro de un centro de inmigrantes en la ciudad de Binghantom, 240 kilómetros al noroeste de Nueva York. Según el gobernador del Estado de Nueva York, David Paterson, había entre doce y trece muertos, mientras que las autoridades afirmaron que el autor de esta acción mantenía decenas de rehenes en el edificio de la American Civic Association y añadían que se habían producido una docena de heridos.

Tras esa confirmación de Paterson en una comparecencia ante la prensa en Nueva York, fuentes militares citadas por la cadena de televisión CNN dijeron que «un hombre armado se disparó a sí mismo» y podría haber muerto. Poco después, las autoridades revelaron que el autor del tiroteo fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza dentro de las oficinas.

La American Civic Association ayuda a los inmigrantes y refugiados proporcionándoles asesoría en asuntos como reunificación familiar o para la obtención de la ciudadanía, entre otros asuntos, además de darles asistencia con intérpretes y traducción.

Según fuentes policiales, el asaltante, de unos 20 años, ascendencia asiática y armado con un rifle de gran calibre, empezó a disparar sin mediar palabra durante la realización de una prueba de ciudadanía. Por eso, en ese momento, el centro estaba ocupado principalmente por inmigrantes que se preparaban para hacer el examen pertinente para conseguir la nacionalidad estadounidense.

Las cadenas estadounidenses CNN y Fox News informaron, además, de la detención de dos hombres de raza asiática por su presunta relación con el tiroteo. Los arrestados fueron sacados del edificio donde se produjo la masacre con las manos atadas con bridas de plástico.

Durante el ataque, un número indeterminado de personas consiguió escapar del edificio por una salida del sótano, mientras otra docena de personas lograba esconderse en un armario y salvar, así, su vida tras conseguir ponerse en contacto con los servicios de emergencia.

Las televisiones difundieron también imágenes, a través de Google Earth, que mostraban la ubicación exacta del centro y la presencia de un automóvil que bloqueaba su salida trasera.

A ese respecto, el ex comandante del grupo de Armas y Tácticas Especiales (SWAT, por sus siglas en inglés) Howard Robertson explicó a CNN que el hecho de que el asaltante hubiera dejado su propio vehículo bloqueando la puerta trasera del edificio podría ser un indicio de que planeaba una huida.

«Con ese coche se va a obtener mucha información, porque se podrá saber quién es con exactitud e, incluso, ir a su casa para saber más de él, qué planes tenía, con que armas cuenta, cómo lo había planeado todo», añadió Robertson.

Las autoridades revelaron que el responsable del tiroteo fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en el interior de las oficinas del centro de inmigración.