Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que las violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad francesas no son investigadas por las autoridades del país.

“Los asesinatos ilegales, las palizas, los abusos raciales y el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes de la ley están prohibidos por la normativa internacional. Pero en Francia son raramente investigados de forma eficaz y sus responsables no son llevados ante la Justicia”, criticó AI a través de un comunicado emitido en Londres.

Esta situación ha provocado “abusos policiales” en donde no depuran responsabilidades, lo que ha derivado en “una impunidad ‘de facto’ inaceptable”, según el director del Programa para Europa y Asia Central de AI, David Diaz-Jogeix.
Tendencia creciente

Estas conclusiones aparecieron en un informe publicado hoy por la AI titulado “Escándalo público: oficiales de la policía por encima de la ley en Francia”.

En su estudio, AI asegura que existe una tendencia creciente en el país galo a que las víctimas o testigos de estos malos tratos policiales acaben siendo denunciados por insultar o agredir a los agentes.

Entre las víctimas de estos abusos hay “mujeres y hombres de todas las edades, y la inmensa mayoría de quejas proceden de ciudadanos inmigrantes o extranjeros”.

“Los policías franceses llevan a cabo una difícil y peligrosa labor, pero cuando su actitud no es la correcta deberían ser investigados de forma urgente y con independencia e imparcialidad”, insistió Diaz-Jogeix.
“Muchas quejas son desestimadas”

Según la información a la que pudo acceder AI y que la organización calificó de “incompleta” al no facilitarle las autoridades francesas más datos, de las 663 quejas por abuso policial recibidas en 2006 sólo 16 acabaron con el despido de alguno de los implicados.

En el año 2005, de las 639 denuncias recibidas por estos mismos cargos sólo 8 conllevaron la destitución de algún policía.

“Muchas quejas sobre la actuación de los policías son desestimadas por el ministerio fiscal sin llegar ni siquiera al juez”, criticó la organización, que también recordó que para que la ciudadanía francesa recupere la confianza en sus fuerzas del orden es necesario que las autoridades reviertan esta impunidad.