Francia pide una mayor cooperación entre la UE y los países de origen y tránsito de indocumentados

Las autoridades libias ya han recuperado los cadáveres de un centenar de emigrantes africanos que se ahogaron en aguas del mar Mediterráneo, frente a las costas de Libia, cuando intentaban llegar a Italia, según informaron ayer fuentes oficiales.

Los cuerpos comenzaron a llegar en gran número a las playas del oeste de Trípoli y según algunos funcionarios ya han sido recuperados 77, que se suman a los 23 cadáveres encontrados entre el domingo y el martes.

Estas informaciones contrastan con otra difundida por el Ministerio del Interior libio, que afirma que la búsqueda se reanudó ayer por parte de los guardacostas, pero que seguía sin dar frutos.

De todas formas, las autoridades libias optaron por el silencio sobre la última tragedia. La Dirección de la Prensa Extranjera comunicó que entre hoy y mañana, el ministro del Interior «tal vez» realice una declaración y entregue un cedé con documentación fotográfica de la tragedia. Las informaciones facilitadas desde Trípoli sobre las embarcaciones naufragadas han sido escasas. La agencia de prensa Jana no ha publicado nada, tan solo el periódico Oea, cercano a Sif Al Islam Al Gadafi, uno de los hijos de Gadafi, publicó datos sobre lo ocurrido.

De otros dos barcos con los cuales se había perdido el contacto, fuentes libias han confirmado que uno de ellos habría alcanzado las costas italianas mientras el otro habría sido visto cerca de la isla de Malta.

Ante el aumento del número de barcos que intentan llegar a Europa, el ministro de Inmigración francés, Eric Besson, pidió una mayor cooperación entre la Unión Europea y los países de origen y tránsito de los inmigrantes. Besson dijo que Francia aprovechará la próxima reunión del comité de representantes permanentes para solicitar a la Comisión Europea un informe sobre las acciones en curso en ese sentido.