El nuevo centro de menores extranjeros de Coronación se abrirá tras la Semana Santa

El complejo se divide en dos módulos y tiene una capacidad máxima para 30 chicos La rehabilitación integral de las instalaciones de Molinuevo ha costado 1,6 millones

El Correo, ADOLFO LORENTE, 02-04-2009

El nuevo centro de menores extranjeros no acompañados de Vitoria ya tiene fecha de apertura. Si los trámites administrativos no le juegan una mala pasada a la Diputación, será después de Semana Santa cuando cerca de una treintena de jóvenes se traslade a las renovadas instalaciones que la Fundación Molinuevo tiene en el barrio de Coronación, en la calle San Ignacio de Loyola. Las obras terminaron hace ya varias días, pero los responsables del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) no pueden disponer aún de los locales porque además del mobiliario urbano (ya encargado) faltan los pertinentes permisos municipales del servicio de Arquitectura.

El complejo, propiedad del Obispado y cedido a la Administración foral a través de un convenio, consta de dos módulos físicamente diferenciados con una capacidad máxima total de 30 personas (15 por planta). Así lo pudo comprobar ayer una representación de las Juntas Generales, que de la mano de la diputada de Política Social y Servicios Sociales, Covadonga Solaguren, visitó por primera vez la instalación. La apertura del centro no supondrá, en ningún caso, un incremento del conjunto de plazas que la Diputación dispone para atender a los chicos que atraviesan el Estrecho en solitario y deambulan por la Península sin ningún control.

La rehabilitación del edificio de Molinuevo ha supuesto un desembolso de 1,6 millones. Dispone de un total de siete dormitorios, otros tantos baños, salas multiusos que harán las veces de comedor o estudio, lavandería y cocina. Al igual que sucede ahora en el local ubicado en la sede de la Cruz Roja, los jóvenes comerán y cenarán en él con un servicio de catering. De esta forma se impide que campen a sus anchas por Vitoria sin control.

Su inminente apertura llevará aparejado el cierre de las instalaciones acondicionadas en junio de forma temporal en el santuario de Estíbaliz, donde ahora conviven 29 menores, así como el piso cedido por los jesuitas en la llamada Casa Loyola. Será un cambio de ubicación, nada de ampliaciones. Una decisión que pretende combatir el ‘efecto llamada’, con la advertencia clara de que en Álava no hay barra libre.

«El convenio con los religiosos de Estíbaliz acabó el 31 de marzo, pero lo hemos tenido que prorrogar», explicó la diputada, que en todo momento evitó dar fechas concretas. Sin embargo, según ha podido saber EL CORREO, el centro se inaugurará después de las jornadas festivas de Semana Santa.

Continuidad de Cruz Roja

Lo que sí quedaron ayer aparcados fueron los continuos rifirrafes que Solaguren tiene con el primer partido de la oposición en relación a la ubicación elegida. Y es que el PP sigue manteniendo que el centro debería estar instalado en un pueblo y no en la capital, verdadero detonante, a su juicio, de esta masiva afluencia de menores inmigrantes .

Lo cierto es que este fenómeno ha supuesto un quebradero de cabeza para el Gabinete Agirre, que ha visto cómo en sólo un año se ha quintuplicado la presencia de estos chavlaes hasta superar el centenar. Ante una tesitura que está dejando al servicio foral de Infancia al borde del colapso, Solaguren reiteró la necesidad de que el Gobierno central ponga «orden» para evitar la libre movilidad de estos jóvenes por la Península y fije un sistema de cupos entre las comunidades autónomas para que las de mayor población se hagan cargo de más chicos.

Las dudas se ciernen ahora sobre el centro de la Cruz Roja, abierto en 2003 y recientemente acondicionado para 30 chicos. De momento, seguirá abierto. «Todo depende del número de jóvenes que sigan llegando. Si desciende, quizá algún día se cierre, pero si las cifras siguen siendo las que son, se mantendrá», recalcó la diputada peneuvista.

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