RAFAEL POCH – Berlín. Corresponsal

Estadísticas de Interior indican que el neonazismo está en auge, aunque los expertos no lo creen
El Gobierno alemán prohibió ayer una organización neonazi que adoctrinaba a menores, a partir de los seis años, en campamentos estivales. El grupo Heimattreue Deutsche Jugend (HDJ, Juventud Alemana Fiel a la Patria) tenía unos 400 miembros y se dedicaba a iniciar a los niños en el ideario nazi. “Hoy hemos puesto fin a las repugnantes maquinaciones de la HDJ. Vamos a hacer todo lo posible para proteger a nuestros niños y jóvenes de quienes intentan atraerlos”, declaró el ministro del Interior, Wolfgang Schäuble.

En la operación contra la HDJ, la policía requisó material y registró viviendas y locales en Berlín y en los estados de Brandemburgo, Baja Sajonia y Sajonia. En verano la policía descubrió material y símbolos nazis al registrar toda una serie de campamentos estivales en la costa báltica en los estados de Pomerania Occidental y Mecklemburgo. Entre los campistas localizaron a 39 menores de entre ocho y catorce años. Su rutina en esos campos incluía ceremonias y juramentos a la bandera, canciones nazis y adoctrinamiento en conceptos de “pureza racial” y “continuidad de la raza germana” destinados a crear una élite neonazi. Uno de los campamentos desmantelados el pasado agosto se llamaba El búnker del Führer.

La HDJ se situaba a la derecha de los partidos neonazis establecidos, como el Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD), y era considerado una versión actualizada de la llamada Juventud Vikinga, otro grupúsculo que fue prohibido en el año 1994. La disolución de la HDJ ha entrado en vigor con carácter inmediato y sus bienes han sido confiscados, informó el Ministerio del Interior.

El peligro de un resurgir del neonazismo es un tema recurrente en Alemania. El año pasado los neonazis mataron a tres personas, según las asociaciones antinazis, y la comunidad judía asegura que se registraron 800 delitos antisemitas, con 27 personas agredidas. Los expertos no creen que el fenómeno esté en expansión, aunque la estadística del Ministerio del Interior así lo sugiere.

Partidos más establecidos de la escena neonazi como el NPD obtienen hasta el 40% de sus ingresos de los presupuestos del Estado acogiéndose a la legislación en materia de financiación de las fuerzas políticas. En el conjunto del país hay unos 200 diputados, locales y regionales, adscritos al área neonazi. En el 2003 hubo un bochornoso intento de ilegalizar al NPD mediante un recurso al Tribunal Constitucional, que fue desestimado. El motivo fue la cantidad de agentes de la policía y de los servicios secretos que ese partido tiene infiltrados en sus filas. Una ilegalización habría supuesto desvelar ese secreto y poner en peligro a los agentes, situación bastante absurda.

En febrero, el área neonazi protagonizó una de las mayores acciones que se recuerdan en el país, cuando seis mil simpatizantes – y otros tantos contramanifestantes-desfilaron por las calles de Dresde en conmemoración del bombardeo aliado que aniquiló a decenas de miles de civiles y destruyó la ciudad con bombas incendiarias.