vitoria.Asegura que Occidente tiene una visión distorsionada de África. ¿Cómo es en realidad?

La imagen que se tiene de África procede de un imaginario en el que Europa tenía una misión civilizatoria y en nombre de esa visión se realizó toda la colonización. Tiene poco que ver con la realidad, ya que parecía que África era algo oscuro, misterioso y situado fuera del mundo, cuando siempre ha estado ahí. Occidente, como cultura más agresiva y vencedora, supo sacar partido de esta imagen. Aunque sea con buena intención, a veces también participamos de este complejo de superioridad y creemos saber qué es lo que necesita África.

¿Qué necesita en realidad África?

Nunca escuchamos las demandas de la sociedad africana y por eso no sabemos qué necesidades tiene. Les suponemos unas necesidades en función de nuestros propios intereses y el caso que presento estos días habla de ello. De que sin consultar con los supuestos beneficiarios se elabora un proyecto de desarrollo que favorece a los de aquí y a la clase política senegalesa…

¿Beneficios económicos?

Claro. Ahora se habla mucho del partenariado público – privado y de intentar conciliar ambas cosas, pero es muy difícil que los intereses de las grandes industrias y la búsqueda de nuevas vías de internacionalización de empresas españolas puedan servir a los mínimos intereses de estas poblaciones. No se respetan ni las costumbres ni la cultura de estos pueblos.

¿Somos racistas?

La gente no es racista hasta que no tiene cerca la diferencia, pero en cuanto se aproxima y aumenta la competencia, afloran estas ideologías. En Azuqueca de Henares, uno de los pocos ayuntamientos comunistas de Guadalajara, el discurso hasta hace pocos años era totalmente de izquierdas. Ahora, si vas a los polígonos industriales, ves pegatinas y pintadas de democracia nacional y frases como “españoles primero”.