Los dos clubes cerrados, los mayores de Barcelona, han sido objeto en varias ocasiones en los últimos años de redadas policiales, en la mayoría de los casos porque las mujeres que ejercían la prostitución en esos locales, en su mayor parte latinoamericanas, africanas o de Europa del Este, carecían de permiso de residencia.

Aunque los dos locales permanecen precintados y la jueza ordenó cortarles el suministro de agua y luz durante seis meses, el burdel Saratoga fue objeto de un robo el pasado día 18. La policía investiga si los ladrones entraron para robar o para buscar algún elemento o documento que pueda afectar a la investigación.