Los vendedores ambulantes reclaman una ordenanza unificada en todos los municipios
Cerca de 300 profesionales se dedican a la venta itinerante en Gipuzkoa. Hacen frente a la crisis y a tasas municipales «en algunos casos abusivas»
Diario Vasco,
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01-04-2009
DV. Van de aquí para allá con mercancía de lo más variopinta. El lunes ofrecen sus productos en Lazkao y el viernes, en Arrasate. Algunos no descansan ni en domingo, jornada en la que también hay mercado en Errenteria y en Donostia. Llegan a la plaza una hora antes de que dé comienzo la feria, montan el puesto y comienza el trabajo. Fruta, verdura, ropa, zapatos, herramientas de ferretería, discos, una paletilla de jamón, bacalao… Ponen a la venta «casi de todo» y dan «vida» a los pueblos por donde llevan su mercancía. De feria en feria.
Alrededor de 300 vendedores ambulantes montan su tinglado en los diferentes mercadillos repartidos por toda la geografía guipuzcoana. Para ellos no es tiempo de vacas gordas. Más bien, de flacas. «La crisis se lleva muy mal. Las ventas se han reducido el 50% de lo que se vendía hace un año. Y la perspectiva no es buena», explica José Miranda, secretario de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Gipuzkoa (AVAG), que engloba a 130 profesionales de este sector.
Para colmo, además de la coyuntura económica actual, los vendedores ambulantes deben de hacer frente a la «paulatina desaparición» del perfil de comprador que tradicionalmente acude a los mercadillos: «Gente mayor». Hoy en día, salvo los fines de semana, «en los mercadillos se ve poca gente joven. La juventud prefiere las grandes superficies», explica Miranda.
Pero «el problema más importante» es otro. «No hay una legislación que unifique criterios en todos los ayuntamientos», señala el secretario de la AVAG. En cada localidad, los vendedores deben de hacer frente a una tasa municipal diferente que en «algunos casos es abusiva». Por no hablar «de la falta de organización» en ciertos mercados por donde «sólo aparece la Policía Municipal si no pagas». Miranda recuerda que la asociación de municipios Eudel elaboró en su día un modelo de ordenanza de venta ambulante que, al final, «cada ayuntamiento ha modificado a su manera».
En AVAG se quejan de las «tasas abusivas» que les hacen pagar en lugares como «Tolosa, Lasarte – Oria y Eibar». En Tolosa, por ejemplo, «se paga por un puesto de 8 por 2,25 metros, 2.000 euros al año». En cada mercado, los vendedores deben abonar su correspondiente tasa.
En el caso de Eibar, la asociación de vendedores interpone cada año un contencioso administrativo por cobro indebido. «Hemos ganado el de hace siete años y el de hace seis y nos han devuelto el dinero adelantado», dice Miranda.
La asociación de vendedores entiende que con el mercado se ocupa un espacio público, pero «por cuatro horas a la semana el precio está desproporcionado en algunas localidades».
Los comerciantes ambulantes creen que se debería mimar más al mercado, «del que se beneficia todo el pueblo porque da vida y animación. En Errenteria, por ejemplo, los comercios están encantados los días de mercadillo».
También está cambiando el perfil del vendedor que, en ocasiones, compagina la venta ambulante con comercios fijos. «Los hijos de los vendedores autóctonos ya no continúan con el negocio». En la actualidad, el 60% de los vendedores son inmigrantes, señalan desde la Asociación de Vendedores Ambulantes.
A pesar de que las perspectivas a corto plazo no son buenas, «el mercado en la calle sigue y seguirá existiendo», aseguran.
jmvelasco
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