DV. Esta vez al menos se ha sabido y da la idea de muchas otras tragedias silenciosas de inmigrantes desesperados que se traga el mar: un barco con más de 250 personas a bordo, rumbo a Italia, se hundió la noche del domingo a unos 30 kilómetros de las costas de Libia, de donde había partido. Fue a causa del fuerte viento y la sobrecarga de pasajeros, pues en teoría sólo tenía capacidad para 50 personas. Como siempre, las noticias son confusas. El diario libio Oea informaba ayer de que se han rescatado 23 cadáveres y hay 251 desaparecidos. Otra fuente es el responsable de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la capital libia, Laurence Hart, que habla de 20 muertos y 23 personas rescatadas con vida. Son los supervivientes los que han calculado el número de pasajeros en unos 257. Es decir, habría unos 200 desaparecidos.

La situación podría empeorar porque hay dos embarcaciones más con las que se ha perdido el contacto por radio y de las que no se tienen noticias. No obstante, las autoridades libias no saben si se trata de pescadores que están faenando en zonas lejanas o de otras naves con inmigrantes rumbo a Italia. Las informaciones que llegaban ayer eran difíciles de reconstruir porque hubo un cuarto barco que fue rescatado el domingo, y en un principio se ignoraba si era el mismo que se daba por naufragado. Pero tuvo mejor suerte: fue socorrido por un remolcador italiano que lo llevó a puerto con 350 personas a bordo.

De doce países distintos

Había sirios, indios, paquistaníes, bengalíes, egipcios, somalíes, ghaneses, nigerianos, tunecinos, eritreos, argelinos y marroquíes. Una buena parte de la geografía de la miseria y que refleja muy bien cómo la ruta de Libia hacia Sicilia y el sur de Italia se ha convertido en la principal vía de entrada ilegal en Europa.

El bloqueo de las rutas desde Canarias, por los acuerdos del Gobierno español con Mauritania y Senegal, ha trasladado los flujos hacia Italia, desde Túnez y Libia. Es el resultado de las políticas aisladas de cada país, en ausencia de una comunitaria. Sólo este fin de semana han llegado a Sicilia un total de 633 inmigrantes, rescatados en diversas embarcaciones halladas en alta mar por la Marina italiana.

De ellas, 222 arribaron al pequeño islote de Lampedusa, que vuelve a estar saturado con más de 700 extranjeros recluidos en su centro, en teoría, provisional. Italia vuelve a estar desbordada y el ministro de Interior, Roberto Maroni, pidió paciencia, pues los acuerdos para que Libia empiece a vigilar seriamente sus costas, con ayuda italiana, y cierre el grifo entrarán en vigor el 15 de mayo.