La crueldad de las políticas de inmigración

Gara, , 01-04-2009

Aunque las cifras pueden variar con el paso de las horas y aún de los días, alrededor de 250 inmigrantes han perdido la vida en el litoral de Libia tras el naufragio de una embarcación que intentaba alcanzar la costa. Han sido rescatadas del agua 23 personas con vida y 21 cadáveres. El mal tiempo y los fuertes vientos hicieron que la barcaza, que había salido de Trípoli, se hundiera sin material de salvamento a bordo. Se escribe así otro trágico renglón en la historia de la no-relación entre Norte y Sur, que empuja a miles de africanos a lanzarse al mar sin salvavidas huyendo de una existencia sin futuro, cuya verdadera naturaleza humana en Occidente nunca podremos alcanzar a imaginar. No obstante, esas débiles embarcaciones cargadas de desesperación nos proporcionan una idea, siquiera aproximada, de la dimensión del problema y fijan la profundidad de la crueldad que domina las políticas de inmigración europeas.

Ayer, en plena búsqueda de los desaparecidos en el mar, el Gobierno italiano hacía un llamamiento para que Libia respete el acuerdo sobre inmigración firmado entre ambos países, que contempla patrullas costeras conjuntas. Patrullas de vigilancia para evitar que zarpen barcazas, cayucos y pateras. Pronto tendrán que venir en canoas, y el mar será un cementerio todavía más grande.

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