Al Ayuntamiento de Trapagaran y los vecinos de La Arboleda se les está poniendo muy cuesta arriba su lucha contra el realojo en la zona de una familia a la que consideran «conflictiva». Si hasta el momento tenían enfrente al Consistorio de Sestao y el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco, promotores del traslado, ahora una resolución del Ararteko tampoco viene a darles la razón. El Defensor del Pueblo, que quiso intervenir de oficio en este conflicto tras conocer que a estas personas se les había negado el empadronamiento en la localidad minera, hizo ayer públicas sus recomendaciones sobre este polémico asunto, instando a los responsables municipales a que censen a la familia y «participen en las gestiones para que ocupen la vivienda» que les ha sido asignada.

«El Ayuntamiento no puede utilizar la facultad de inscribir en el padrón para negar a una familia su residencia en el municipio», explica el Ararteko en su escrito, que puede leerse en su página web: www.ararteko.net. En ese caso, según apunta, la institución local se podría estar aprovechando del empadronamiento para «elegir los vecinos», vulnerando con ello «un derecho fundamental» que afecta a la libre elección de domicilio, la escolarización de menores o la obtención de la tarjeta sanitaria, entre otras cuestiones.

En su resolución, que no es vinculante, el Ararteko también recomienda a las instituciones que fomenten «campañas de sensibilización». «En el momento del realojo ha habido movilizaciones de rechazo social, lo que es muy preocupante», asegura, y puntualiza que la existencia de miembros de etnia gitana en la familia trasladada exige a los poderes públicos «un posicionamiento claro y firme contra cualquier discriminación».

El Defensor del Pueblo también tiene palabras para la sociedad Sestao Berri, formada por el Ayuntamiento de Sestao y Vivienda del Gobierno vasco. Le recuerda que los realojos no deben generar «nuevos guetos o movilizaciones de rechazo social» como los que se están produciendo.

A pesar de este apunte, el Ejecutivo autónomo valora de forma positiva la resolución de Iñigo Lamarca. «Nos esperábamos que se posicionara favorablemente, pero incluso ha ido más allá de lo que imaginábamos», reconocía un portavoz de Vivienda, quien también recordó que, tradicionalmente, el Ararteko ha sido «bastante crítico» con muchas de sus actuaciones. Y es que, según el escrito del Defensor del Pueblo, el Ayuntamiento de Trapagaran no sólo debe permitir el realojo, sino que también «tiene el deber de colaborar» con el Ejecutivo autonómico «en base al principio de lealtad institucional».

268 realojos

Por su parte, la portavoz del equipo de gobierno en Sestao, Alexia Castelo, recordó ayer que el caso de esta familia es sólo uno más de los 268 realojos que se prevén en la zona, y de los cuales ya se han efectuado con éxito 98. «Éste es el primero en el que nos encontramos con un rechazo vecinal de este calibre», aseguró. Por eso, solicitó al Ayuntamiento de Trapagaran que «realice y garantice el realojo». «También pedimos a los vecinos que sean razonables y que respeten los mismos derechos que quieren para ellos», añadió.

La portavoz del equipo de gobierno de Trapagaran, Pilar Souto, no entró a valorar el informe del Ararteko ya que, según dijo, todavía no dispone de él. La edil socialista se limitó a recordar que en el último pleno municipal, celebrado el pasado jueves, los vecinos de La Arboleda pidieron el apoyo de la Corporación, «y todos los partidos estuvimos de acuerdo con sus reivindicaciones salvo los representantes de ANV y Ezker Batua», advirtió.