Su barco se hundió frente a las costas de Libia poco después de salir hacia Sicilia Roma

Las aguas del mar Mediterráneo se podrían haber convertido en las últimas horas en la tumba de al menos 200 personas. Esa es la cifra de inmigrantes sin papeles oficialmente desaparecidos, y con bastantes probabilidades de estar muertos, tras haber naufragado la embarcación con la que intentaban alcanzar las costas italianas.

Y aún podrían ser muchas más las víctimas de la última tragedia protagonizada por inmigrantes desesperados: se teme que otros dos maltrechos barcos repletos de clandestinos que trataban de hacer realidad el sueño de alcanzar Europa podrían haberse ido a pique en las últimas horas mientras intentaban hacer la travesía entre Libia y Sicilia. El balance final de la tragedia en ese caso podría ascender a 700 vidas humanas.

Lo que está confirmado es que una embarcación con 257 sin papeles a bordo se hizo a la mar el lunes desde Sid Belal Janzur, un suburbio a las afueras de Trípoli, la capital libia. Pero después de sólo tres horas de navegación, cuando aún se encontraba a unas 30 millas de la costa libia, se habría visto abatida por un fuerte viento y se habría hundido. Eso es lo que aseguraban los 23 supervivientes rescatados ayer por la guardia costera libia, que también sacó del mar 21 cadáveres. Sin embargo, aunque las patrulleras recorrieron numerosas veces las aguas en busca de más cuerpos, al cierre de esta edición no se habían hallado más.

Se especula con la posibilidad de que la mayoría de los desaparecidos sean egipcios, siempre según el testimonio de los supervivientes.De hecho, de las personas rescatadas con vida 10 son de esa nacionalidad, así como seis de los muertos. Pero, con las horas crece el temor de que los otros dos barcos a los que se ha perdido el rastro fueran cargados de inmigrantes y que se hubieran hundido. Al menos eso es lo que sospechan las autoridades libias, que admitían haber perdido el control por radio con ellos, aunque no descartaban tampoco de que pudieran ser pescadores. «Podría ser que estuvieran sólo lejos, en busca de pesca», hipotetizaba Lawrence Hart, responsable de la Organización Internacional para las Migraciones en Trípoli.«Pero también les podría haber ocurrido algo mientras transportaban personas. Por ahora nadie es capaz de decirlo con certeza». Lo que se baraja es que, en caso de llevar inmigrantes, cada una de esas embarcaciones podría ir cargada con entre 200 o 300 personas.

Por fortuna, un cuarto posible incidente logró evitarse. Una embarcación con 350 inmigrantes a bordo y que se encontraba a la deriva fue rescatada el lunes a petición de las autoridades libias por un remolcador italiano, el Asso 22, que la condujo hasta Trípoli. «El pesquero estaba repleto, no había ni un hueco libre en la cubierta, cada rincón estaba ocupado por inmigrantes y también en el interior había decenas de personas», señalaba Francesco Baracco, comandante del Asso 22.

Pero la enésima tragedia migratoria registrada en el Mediterráneo no ha interrumpido el sangriento y constante flujo de desesperados que buscan alcanzar Europa a través de Italia. De hecho en las últimas horas han desembarcado en las costas de Sicilia más de 600 sin papeles, 222 de ellos el lunes en Lampedusa.

Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Sicilia y concretamente la isla de Lampedusa son el principal punto de desembarco en Europa de inmigrantes ilegales.Allí llegaron en patera en 2008 un total de 36.000 sin papeles, el doble de los que alcanzaron España por mar en ese mismo periodo.

Roberto Maroni, ministro del Interior e ideólogo de la dura política inmigratoria emprendida por el Gobierno italiano, lamentaba ayer la «enorme» tragedia sufrida y aseguraba que el 15 de mayo próximo terminarán los desembarcos de clandestinos en Sicilia, al entrar en vigor un acuerdo sellado con el Gobierno libio para patrullar conjuntamente las aguas de la zona.

elmundo.es

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Imágenes del naufragio frente a las costas de Libia.