Agente que salvó a la chica que se tiró por la ventana para intentar huir de la policía

«Los pisos tenían dos caras: habitaciones bastante buenas para los clientes y un auténtico zulo para las chicas»

entrevista | juan c. |

La Voz de Galicia, R. Domínguez , 31-03-2009

No revela su nombre para no comprometer esta y otras investigaciones. Es Juan, uno de los miembros de la recién creada Unidad contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) y auténtico héroe para una de las diez esclavas sexuales liberadas la semana pasada, a la que salvó in extremis de precipitarse desde ocho metros de altura sobre un lecho de hierros.

-¿Qué sucedió?

-Como norma general, cuando entramos en un piso con gente dentro se intenta asegurar, proteger su integridad y la nuestra. Ese día fui hacia el fondo del inmueble, había unos ventanales elevados y la chica ya estaba en el alféizar, con los pies hacia fuera. Cuando me vio, saltó y solo me dio tiempo a agarrarla. Quedó colgada al vacío y de espaldas hacia mí, no podía ayudarse ni con los pies ni con las manos. Pero salió bien y logré subirla.

-¿Por qué una huida hacia el vacío?

-Ella me dijo después que no sabía que había tanta altura, ni tampoco que abajo estaba lleno de hierros y andamios desmontados. Lo de huir es habitual. Hay que ser conscientes del pánico que les inculcan hacia la policía, con la absurda amenaza de que se las va a expulsar, cuando son víctimas y, al contrario, se las va a ayudar. Hay que tener en cuenta además que están sometidas a mucho estrés: cuando no les entra un loco, es un borracho, alguien con una navaja o la policía. Cualquier alboroto provoca una estampida.

-¿Qué impresión le causaron los inmuebles?

-Los pisos tenían dos caras: las habitaciones para los clientes eran bastante buenas, y después estaba el cuarto para las chicas, que era como un auténtico zulo. En la calle San Sebastián había un cuarto de siete metros con seis literas que llegaron a ocupar doce personas y en el de San Luis había dos habitaciones para trabajar y una para ellas con dos camas en las que llegaron a estar seis.

-¿Se sabe cuántas mujeres pudieron pasar por los dos inmuebles?

-Uff…. Entre las condiciones para trabajar estaba no repetir plaza, es decir, estaban aquí 21 días y se iban a otra ciudad, no podían regresar al poco tiempo. Calcula. Para el empresario no dejan de ser mera mercancía, y no le convenía para el negocio repetir.

-¿Cómo se explica que soportasen tal situación?

-Cuando vives una situación, aunque sea la peor del mundo, acabas pensando que es lo normal. Para ellas, el objetivo era hacer dinero para enviarle a sus niños, a sus padres… Están sometidas y anuladas porque las aterrorizan frente a la policía o cualquiera que las quiera ayudar.

-¿Creen que hay más pisos patera en A Coruña?

-Esta ciudad y cualquier otra está plagada de pisos para el ejercicio de la prostitución, no a lo mejor de estas características. En este mundo ves lo peor, ves los diferentes grados de explotación, es como la esclavitud del siglo XXI.

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