Cada día cuatro inmigrantes irregulares entran en Ceuta burlando los controles

Diario Sur, J. S., 31-03-2009

El Informe Derechos Humanos en la Frontera Sur correspondiente a 2008 de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH) tiene un capítulo especialmente reservado a las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En el caso que nos ocupa, Ceuta, la APDH destaca dos fretes: la ausencia de una aduana comercial, que obliga a la Ciudad a hablar de «comercio atípico» cuando se trata de contrabando tolerado y que además supone una suerte de explotación de marroquíes en situación laboral paupérrima, en su mayoría mujeres y muchas de avanzada edad; y, por otro lado, el goteo incesante de inmigrantes irregulares que, según cálculos de APDH siguen entrando en la ciudad una media de tres diarios, procedentes en su mayoría del centenar de subsaharianos que se refugian en los montes cercanos a Beliones (Marruecos).

«Las Fuerzas de Seguridad del Estado calculan que alrededor de Ceuta puede haber un centenar de subsaharianos; en Melilla el doble. Y reconocen, que aún sin avalanchas, la media de entradas irregulares en ambas ciudades oscila entre 3 y 4 personas al día», concretan APDH en su Informe Derechos Humanos en la Frontera Sur correspondiente a 2008. «Por último hacer también mención a un hecho inédito: seis asiáticos acogidos en el CETI de Ceuta han solicitado ser repatriados a la India, tras haber pasado año y medio desde que entraron de forma ilegal y no pudiendo pasar a la península. Dos funcionarios de la embajada india se han desplazado hasta la ciudad autónoma para confirmar las identidades», explican desde APDH. De hecho la primera de las solicitudes ya ha sido aceptada y el inmigrante indio será repatriado a su país natal por petición propia.

Por el contrario, un grupo de 72 de sus compatriotas llevan meses huidos en el monte para evitar precisamente su repatriación, inmigrantes que el próximo 7 de abril cumplirá, un año. Por otro lado, APDH no olvida la muerte del senegalés Lonko, que, insisten, murió ahogado cuando la Guardia Civil pinchó el flotador con el que pretendía entrar a nado en Ceuta.

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