Nubarrones de fascismo
El Mundo, , 31-03-2009En diciembre del año pasado la UE aprobó la conocida como directiva de la vergüenza, que permite mantener encerrados a los inmigrantes irregulares hasta un año y medio mientras se tramita su expulsión.El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró entonces enfáticamente que tan vergonzante directiva no supondría un empeoramiento de la situación de los inmigrantes irregulares en nuestro país.Y yo le creí. ¿Quién en su sano juicio podría pretender agravar una situación ya de por sí humana y jurídicamente insostenible?
Cuando un extranjero se encuentra en nuestro país en situación irregular, la Policía puede tenerlo detenido 72 horas, tras las cuales, mediante autorización de un juez, puede ser ingresado en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE), por un tiempo máximo de 40 días, supuestamente a la espera de una orden de expulsión que en muchos casos ni siquiera podrá ejecutarse.
A la opacidad de estos espacios (vigilados por la Policía y sobre los que no existe un efectivo control judicial) se suma el hacinamiento, las deficientes instalaciones y la especial vulnerabilidad de quienes allí están encerrados. Dentro de los CIE tan sólo encontraremos mucha pobreza, mucha injusticia y mucho sufrimiento.
Recientemente, el Gobierno ha presentado el anteproyecto de Reforma de la Ley de Extranjería, cuyo artículo 62 prolonga a 60 días el plazo de internamiento, lo que ya ha provocado las protestas de sindicatos policiales, pues ello se traducirá en peores condiciones y más hacinamiento, amén de suponer un dispendio. Pero hay más: los 60 días no son un límite máximo, sino que en muchos supuestos el internamiento podrá prolongarse ilimitadamente. Gracias a un Gobierno socialista podremos encerrar inmigrantes durante meses y meses, simplemente por haber osado vivir en nuestro país sin conseguir papeles.
Señor Zapatero: usted es jurista, fue profesor de Derecho Constitucional y predica la decencia. No necesita que nadie le diga que el proyectado artículo 62 supone un atropello de los derechos humanos de los inmigrantes. Es un precepto que como Estado de Derecho nos deslegitima, como sociedad nos avergüenza y que terminará marcándole. Por el horizonte de la civilizada Europa avanzan nubarrones de fascismo.¿Hasta dónde está dispuesto a llegar, señor Zapatero?
Margarita Martínez es catedrática de Derecho Penal de Universidad Complutense de Madrid
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