Decenas de emigrantes que partieron el domingo desde las costas de Libia están desaparecidos al hundirse la embarcación con la que trataban de alcanzar Italia. Sin embargo, las informaciones sobre el incidente, el número de posibles víctimas e incluso de barcos naufragados eran contradictorias pasadas las dos de la madrugada.

El Ministerio de Interior libio informó anoche en un comunicado que 257 emigrantes habían partido de tres barcos desde Sidi Belal, un suburbio de Trípoli. Una de las embarcaciones naufragó. Los equipos de rescate habían encontrado a 23 supervivientes “de nacionalidades africanas y árabes”, y 21 cadáveres. Según esta nota, se desconocía si los otros dos barcos habían llegado a su destino, pero añadía que en otro punto de la costa, 350 emigrantes fueron rescatados por una nave cisterna italiana.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores egipcio hablaba de 257 emigrantes a bordo de un solo barco pesquero, que se habría hundido a unos 30 kilómetros de la costa libia unas tres horas y media después de haber zarpado. El asistente para Asuntos Consulares del Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores, Ahmed Rizk, dijo que el casco de la embarcación sufrió una vía de agua, y señaló que los guardacostas libios lograron rescatar a unas 20 personas, entre ellas seis egipcios. Entre los desaparecidos hay 10 egipcios, agregó a la agencia oficial Mena, que cita informes de la embajada en Libia.

Patrullas conjuntas

La misma agencia dio cuenta, desde Trípoli, de que otra embarcación con 350 emigrantes sufrió un problema cerca de la costa libia, pero los ocupantes fueron rescatados.

Sin embargo, Reuters, citando a funcionarios libios, hablaba de dos naufragios distintos: un barco con 253 personas a bordo, 21 de las cuales han sido halladas muertas hasta ahora, y otro del que los guardacostas libios han rescatado a 23 sin papeles, mientras que 342 seguían desaparecidos.

Más de 400 emigrantes han llegado a las costas de Sicilia en las últimas horas, a los que hay que sumar otros 222 que arribaron el domingo a Lampedusa. La salida masiva de indocumentados con rumbo a Europa parece responder al anuncio del ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, de que los desembarcos terminarán el próximo 15 de mayo, cuando entre en vigor un acuerdo bilateral entre Roma y Trípoli para patrullar las costas de forma conjunta.