SOS Racismo llama a la sociedad a «tener paciencia» ante los menores delincuentes

Dice que sería un fracaso social considerar como «irrecuperables» a estos jóvenes. Centenares de personas marcharon de Trintxerpe a Donostia contra la xenofobia

Diario Vasco, MIGUEL ANGEL MATA, 30-03-2009

DV. SOS Racismo hizo ayer un llamamiento a la sociedad guipuzcoana a «tener paciencia» ante los últimos actos de delincuencia protagonizados por menores inmigrantes tutelados por la Diputación. «Hay que pensar que estas conductas son consecuencia del enorme sufrimiento que padecen estas personas, que necesitan nuestra ayuda», señalaba Agustín Unzurrunzaga, portavoz de la asociación. La ONG celebró ayer su duodécima marcha entre Trintxerpe y Donostia contra el racismo, la xenofobia y la exclusión social.


Ante la sorpresa de los presentes, en su discurso tras la marcha Unzurrunzaga no hizo mención a las últimas detenciones de menores tutelados por actos de delincuencia ni al debate que el programa de acogida ha suscitado en la sociedad guipuzcoana. Preguntado por DV, el portavoz mostró su preocupación por el hecho de que se instale en la conciencia colectiva la idea de que estos jóvenes son «irrecuperables». «Dar por perdido a un menor es la vía del fracaso total de una sociedad», remarcó. Admitió que es un problema «complejo y difícil», pero insistió en que «son menores desamparados» cuya reinserción «es posible». Por eso pidió «paciencia» a la sociedad y «mayores esfuerzos» a las instituciones en esta tarea. De lo que se mostró seguro es de que «la solución no es más represión ni una rebaja de la edad penal».



«Europa de la vergüenza»

La marcha anual Trintxerpe – Donostia contra el racismo y la xenofobia reunió ayer a centenares de personas. Respaldada por 51 organizaciones guipuzcoanas, sindicatos y los partidos políticos Aralar y EB – Berdeak, los manifestantes partieron a las 11.30 para, a ritmo de la batucada interpretada por el grupo Taupada Samba Taldea, enfilar el Boulevard donostiarra pasadas las 13.15.

La iniciativa denunciaba este año una serie de iniciativas legales restrictivas en el ámbito de la inmigración que los convocantes calificaron como una deriva hacia «la Europa de la vergüenza».

Las críticas se dirigían en concreto al Pacto contra la Inmigración y el Asilo impulsado por Francia para adecuar la llegada de inmigrantes a Europa a las necesidades del mercado de trabajo; al «aumento del racismo institucional explícito en países como Italia»; y al Anteproyecto de reforma de la Ley de Extranjería española. Esta última porque «aumenta los tiempos de retención en los centros de internamiento, dificulta la reagrupación familiar, jerarquiza los derechos de las personas a la hora de acceder a ayudas para vivienda, eleva las posibilidades de expulsión de los menores no acompañados, y castiga la solidaridad y la hospitalidad».

Unzurrunzaga se refirió a la crisis económica, que «se ensaña» con los trabajadores extracomunitarios. Advirtió que estos encuentran «más dificultades para renovar sus permisos de trabajo y residencia», ya que al quedarse en paro «corren el riesgo de no alcanzar el periodo de cotización necesario para seguir en el país». Denunció por ello esa «dependencia de un permiso para vivir en esta sociedad» y exigió «igualdad de derechos para todas las personas».

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