«Las condiciones laborales de los monitores deben mejorar»

Diario Vasco, 28-03-2009

- SOS Racismo atribuye el mal comportamiento de estos chicos a una atención deficiente de la Diputación en Deba.

- El historial de estos menores no se inicia en Deba, centro abierto el mes pasado, sino que viene de atrás. Está bien que reivindique los derechos de este colectivo, pero deben transmitir que también tienen deberes.

- La ONG dice que se ha prestado a colaborar con la Diputación, pero que sólo han recibido buenas palabras…

- No es así, les hemos ofrecido cosas concretas. Por ejemplo, la gestión del programa de menores extranjeros, en su totalidad o en parte. También gestionar algún centro. Dijeron que no. Hay otro dato. En 2007 participaron en un programa de salidas de verano, llevando a cinco menores extranjeros durante cuatro o cinco días. A la vuelta se les propuso continuar. Contestaron que sí, pero con la condición de no llevar a dos de los chavales, dada su conflictividad. Resulta significativo.

- ¿Por qué esta polémica entre la Diputación y SOS Racismo?

- La relación se ha enrarecido tras la denuncia por malos tratos en el centro de Deba. Es un tema que se está investigando. Hay que entender que este centro es muy complicado de gestionar. Los monitores no son unos chavalitos, son gente hecha y derecha, algunos de ellos marroquíes. Es un recurso que acaba de echar a andar, pero necesitamos más herramientas.

- ¿Los monitores son mileuristas, como denunció Aralar en las Juntas, aduciendo que así era imposible desarrollar proyectos educativos sólidos?

- Las condiciones laborales han mejorado sustancialmente. Utilizamos el convenio de Vizcaya, en Gipuzkoa no lo hay. Es cierto que posiblemente habrá que mejorar.

- ¿Por qué hay tantas bajas entre los monitores: escaso sueldo, trabajo duro…?

- El trabajo es muy duro, pero el número de bajas es similar al de otros empleos en el campo de los servicios sociales. No es lo mismo trabajar en un despacho que hacerlo con personas problemáticas. Quiero agradecer la labor de las personas adscritas al sistema de protección y en especial al equipo de Deba. Los profesionales realizan un trabajo callado y muchas veces son cuestionados en su difícil tarea.

- ¿Si no se ataja el problema, puede derivar en brotes xenófobos?

- Sí, pero si los hay la responsabilidad no será sólo de la Diputación. Nosotros tenemos unas determinadas competencias y hasta ahí podemos llegar. En lo que a nosotros concierne, no alentamos para nada la xenofobia. Nuestros esfuerzos nos cuesta abrir los centros en los municipios, con una intensa labor pedagógica previa.

- Al ciudadano le puede quedar la impresión de que unas instituciones se pasan la pelota a otras, sin que se resuelva nada…

- No quiero echar balones fuera, la tutela es nuestra responsabilidad, pero no todo lo que se genera en torno a ellos es de nuestra competencia. Somos los más interesados en que este tema se resuelva, sabemos que las críticas nos vienen a nosotros. Ahora bien, tampoco podemos asumir responsabilidades que no son nuestras.

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