J. GUIL

BARCELONA. La titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, Elisabet Castelló, dictó ayer orden de prisión, eludible bajo fianza de 5.000 euros, para el comisario de la Policía Nacional Luis G., detenido en la víspera acusado de aceptar sobornos de los prostíbulos Riviera y Saratoga de Castelldefels (Barcelona) a cambio de interceder en su favor; avisándoles, por ejemplo, de redadas policiales en estos locales.

La Fiscalía pedía prisión incondicional para este mando policial, al que la juez imputa, entre otros, los delitos de revelación de secretos, soborno y favorecimiento de la inmigración y la prostitución ilegales, cargos que el detenido niega.

Los Mossos arrestaron anteayer, en su casa de Cerdanyola del Vall_s (Barcelona), a Luis G. , que actualmente era comisario jefe coordinador de las comisarías locales de la Policía en Cataluña, aunque anteriormente había dirigido la brigada de extranjería. El comisario se presentó voluntariamente el pasado jueves en el juzgado para aclarar su versión, pero la magistrada no quiso recibirle. Un día después, anteayer ordenó su detención.

El modo en que se efectuado esta detención ha causado malestar entre la Policía Nacional. Uno de sus sindicatos, la Confederación Española de la Policía Nacional emitió ayer un comunicado en el que acusan a los Mossos de actuar de forma poco respetuosa al detener al alto mando en su casa, después de que hubiera comparecido en los juzgados, para perjudicar la imagen del cuerpo y desviar así las críticas recibidas por su «violenta carga policial» del pasado miércoles contra los estudiantes anti – Bolonia.

Con la del comisario Luis G. ya son diez – entre policías, ex policías y responsables de los burdeles – los imputados hasta ahora por la trama del Saratoga y el Riviera, que a raíz de este caso fueron cerrados este mes por orden judicial por un periodo mínimo de medio año. Al respecto, el alcalde de Castelldefels, Joan Sau, aseguró ayer que no otorgarán más licencias municipales para abrir prostíbulos en su ciudad.