Pactar con la ultraderecha
ABC, , 25-03-2009Quizá algunos ya no recuerden que hace sólo unas semanas nuestra progresía denunciaba el proyecto de Gobierno del conservador israelí Benjamín Netanyahu por querer incluir en las filas de su Ejecutivo al «ultraderechista» Avigdor Lieberman. Esperemos ansiosos – y sentados – a escuchar esas mismas críticas dirigidas ahora hacia los socialistas israelíes del Partido Laborista quienes han decidido subirse al barco en el que ya está el Israel Beitenu de Lieberman y el más radical Shas. Seguro que no son pocos entre los que se indignaron los que no tienen nada que decir ahora…
Lo que está en juego en Israel en esta hora no es un gobierno de izquierda o derecha. El muy amplio espectro de una coalición en la que Netanyahu puede ser primer ministro, Lieberman ministro de Exteriores y Barak ministro de Defensa demuestra que éste es un Gobierno de unidad nacional en el sentido más clásico de este concepto político. Y un Gobierno de unidad nacional debe formarse cuando se afronta una crisis de consecuencias potencialmente graves. Todavía hoy la supervivencia del Estado de Israel es cuestionada por muchos y el reto es ver qué nuevas fórmulas pueden aplicarse para acabar con esta espiral infinita.
Lieberman, el «ultra» ha dejado claro que su programa pasa por buscar un estado israelí homogéneamente judío en el que sea obligatorio jurar lealtad a su ordenamiento jurídico. Lo que no parece una barbaridad. Tampoco a Ehud Barak debe de resultarle incómodo ser el ministro de Defensa de Israel con un Gobierno en el que el ministro de Exteriores puede promover políticas como la mentada. La gran coalición ya está cerrada. Quizá Barak intenté moderar las posiciones de algunos de sus socios, pero no podrá aducir que se incorporó a un Gobierno del que no estuviese bien avisado sobre sus políticas. Ya había mayoría y él se sumó y quedó con su Ministerio.
(Puede haber caducado)