La cultura africana cada vez está más presente en nuestras Islas y muestra de ello es el éxito obtenido por el Taller de Juegos Africanos que organizó ayer Cruz Roja en Santa Cruz de Tenerife, con motivo del Día Mundial contra el Racismo, al que inicialmente iban a asistir algo más de 30 personas, y al que finalmente se incorporaron buena parte de los que paseaban por el parque La Granja.

Los juegos que ayer se realizaron fueron propuestos, en su mayor parte, por los menores que actualmente residen en centros insulares y que pertenecen a países como Marruecos, Senegal, Gambia o Mauritania, por lo que el programa se realizó en más de 10 idiomas diferentes, siendo 6 de ellos africanos.

Aunque en un principio este taller estaba dirigido a profesionales de la animación sociocultural para que aprendieran nuevos juegos que fomenten el acercamiento a los niños africanos, fueron muchas las personas ajenas a este mundo profesional las que, atraídas por el contacto con culturas diferentes y por la diversión que desprendían, asistieron a la actividad.

“No hay que pensar que sólo son los niños los que se unen a las actividades; son muchos los adultos que al ver que nos estamos riendo y que hay buen rollo nos piden unirse y jugar con nosotros, y por supuesto que pueden hacerlo. Es más, se trata de eso, de que vean que no hay motivo para juzgar al otro por el color de su piel o su procedencia”, explicó el monitor de la actividad, Emilio González, que añadió que, “a la hora de la verdad, las diferencias culturales y sociales desaparecen cuando se está pasando un buen rato”.

Respecto a los juegos típicos de África, son muy pocas las diferencias con los canarios, salvo porque en África es menos habitual poder contar con materiales.

“Aquí casi todos los niños juegan con una pelota, patines, muñecas y demás. En África, por la falta de medios es más habitual que utilicen la imaginación más que cualquier otra cosa”.

Un ejemplo de la simpleza, y sin embargo efectividad de estos juegos, es el que llaman “Dentro y fuera”, que es uno de los favoritos de los más pequeños.

Risas aseguradas

“Cuando los niños dicen: Vamos a jugar a Dentro y fuera, pintan un cuadrado en el suelo y eligen a alguien que se quede fuera para dirigirlos. Esa persona les tiene que ordenar entrar o salir del círculo, pero sólo tendrán valor las frases que pronuncie perfectamente, no sus gestos ni cualquier otro sistema. Es muy divertido porque el que los dirige juega a crear confusión y trata de que vayan quedando eliminados”, explica González antes de recordar que es con estas pequeñas iniciativas con las que mejores resultados se obtienen.