PAMPLONA acoge a personas procedentes de más de 120 países. Los inmigrantes constituyen ya el 15,6 por ciento (31.232 personas) de la población total de la ciudad. Algunos de ellos cuentan con su propio negocio, en el que venden productos de su país de origen, lo que permite que la población inmigrante mantenga sus costumbres y que los navarros tengan la oportunidad de conocerlas y participar de ellas.

Las nacionalidades con más representación en la capital navarra son la ecuatoriana, búlgara y boliviana. Otras presentes en la capital son la colombiana, la rumana, la portuguesa, la peruana y la marroquí. Del total de inmigrantes, casi la mitad, el 48 por ciento, proceden de América Latina.

Precisamente, los emprendedores extranjeros que han decidido abrir un establecimiento de productos típicos de su país son en su mayoría búlgaros, ucranianos y latinoamericanos, aunque también se pueden encontrar tiendas de africanos o marroquíes. Generalmente en estos establecimientos no faltan los productos gastronómicos aunque se suelen mezclar con las películas, libros, prensa o ropa.

Ellos, como el resto de empresarios de Navarra, no esquivan la crisis, pero están aguantando. Los que lo han tenido peor han sido los dueños de establecimientos en los que se vendía ropa o complementos, como una tienda india que cerró hace un mes, y otra marroquí que, tras estar un año abierta, ha cerrado al no poder hacer frente a los gastos.