Ocho meses de cárcel por pegar a una menor en los FGC

El Mundo, XIANA SICCARDI, 19-03-2009

La juez ve que Sergi Xavier se aprovechó de la «inferioridad» de la ecuatoriana, y le absuelve de lesiones porque ella no fue al médico Barcelona


Sergi Xavier Martín, el joven que apareció en todos los medios de comunicación dando un patada en la cara a una menor ecuatoriana en un tren de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), ha sido condenado a ocho meses de cárcel por un delito contra la integridad moral de la chica, de 15 años cuando ocurrieron los hechos, y a pagar una multa de 360 euros por una falta de maltrato.


La titular del juzgado de lo penal número 16 de Barcelona le absuelve, en cambio, de un delito de lesiones, al considerar que éstas no se produjeron porque la misma víctima declinó ser atendida por un médico tras la agresión, ya que dijo que sólo se tomó una aspirina.


En base a la grabación de los hechos captadas por la cámara de vigilancia del vagón, la sentencia considera probado que casi a las doce de la noche del 7 de octubre de 2007, Sergi Xavier Martín subió a un tren en la estación de Sant Boi de Llobregat hablando «acaloradamente» por el móvil. Allí sólo estaba la víctima y otro hombre, también inmigrante, sentado a unos metros. Una vez dentro, el procesado comenzó a decir frases del tipo «yo he matado al moro, le corté la yugular, a la mujer no le hice nada… Tengo amigos que podrían hacer algo… No sé para qué vienen estos inmigrantes de mierda».


Abono de 6.000 euros


Luego se acercó a la menor gritando «aquí también hay una inmigrante de mierda, una zorra, a la que tengo ganas de…». Luego, para «menoscabar su dignidad personal y atemorizarla», se acercó a pocos centímetros de su cara y le dijo «zorra, inmigrante de mierda, puta inmigrante aquí vienes a zorrear», al tiempo que le daba pequeños toques con las manos para llamar su atención.


Instantes después, y «manteniéndose en su actitud de desprecio hacia la raza y origen» de la chica, le dio varios manotazos, le pellizcó un pecho, y le propinó una fuerte patada dirigida hacia la cabeza, que impactó en su hombro izquierdo, seguida de un puñetazo en el costado. Por último, se bajó del tren diciendo que «todos los inmigrantes deberían estar muertos».


La juez considera que la joven fue tratada «como un sujeto carente de voluntad y sentimientos, degradada a un objeto a merced del acusado», ya que cada una de estas acciones descritas «elevan el listón de la humillación» y resultan «degradantes» ya que, además, la víctima fue elegida «por su condición de inferioridad al ser inmigrante, mujer, menor de edad y al hallarse desprotegida, prácticamente sola en un vagón».


Sergi Xavier pidió perdón durante el juicio, cuando dijo no recordar nada de aquel día por haberse pasado con las drogas y el alcohol, y ahora deberá indemnizarla con 6.000 euros. SOS Racisme anunció ayer que recurrirá la sentencia, al no haberse contemplado el agravante de racismo.

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