Los capuchinos han habilitado en su convento una casa de acogida destinada a mujeres inmigrantes en situación de precariedad económica ante las necesidades que este colectivo está actualmente demandando en la sociedad antequerana, donde los trinitarios tienen casas de acogida para hombres inmigrantes y para presos de tercer grado.

El padre Francisco Martínez, más conocido como el padre Paco, reconoce que en época de crisis «los más débiles son los que pagan el pato» y son muchas las mujeres inmigrantes que hoy día «se han quedado entre la espada y la pared y no pueden volver a sus países por falta de recursos». Algunas incluso están embarazas o tienen ya descendientes, por lo que en la casa también se aceptarán a los hijos de estas mujeres que tengan hasta 14 años. La idea es que estas mujeres estén en la casa de acogida de forma temporal y hasta que puedan valerse por sí misma, por lo que las ayudarán a encontrar trabajo y las formarán, sobre todo en trabajos domésticos y de atención a la tercera edad. Además, si tienen dificultades de idiomas, se les enseñará castellano. Se espera, que las primeras mujeres lleguen a lo largo de este mes.

El padre Paco afirma que los capuchinos han realizado la obra necesaria para habilitar diez habitaciones, pero que han contado con la colaboración de Antequera Acoge, los Servicios Sociales del Ayuntamiento, de numerosos voluntarios y de ciudadanos, empresas y colectivos que han colaborado con donaciones. Para el futuro, los capuchinos pretenden habilitar otra parte del convento como centro de día para personas de la tercera edad, según anunció el padre Paco.