El polémico clan de los ‘Bartolos’, las ocho familias de etnia gitana afincadas desde hace más de quince años en un edificio en ruinas en la Avenida de los Huetos, rechaza el plan del alcalde Lazcoz de realojarles en módulos en el asentamiento de Aguirrelanda, como adelantó ayer EL CORREO. «Queremos cada uno una vivienda, aunque nos separen. Si no, preferimos quedarnos como estamos», indicó ayer a este diario Saturnino Cortés, uno de los hijos mayores del patriarca Bartolo y de su esposa ‘la María’.

Los residentes en el destartalado inmueble acababan de enterarse por este periódico del proyecto del Ayuntamiento de Vitoria de llevarles al poblado donde residen varias familias rumanas, y no ocultaban su malestar con el concejal de Asuntos Sociales, el socialista Peio López de Munain, por lo que tildan de «puñalada». Los ‘Bartolos’, cuya situación han querido normalizar sin éxito los diferentes alcaldes de la ciudad, rechazan la alternativa municipal y pretenden que se les dé una casa por cada núcleo familiar. «No queremos ir juntos a ningún sitio», dicen.

El Consistorio les va a plantear que residan en el solar de la calle Artapadura en prefabricados con servicios básicos y participen «dos o tres años» en un programa especial de inserción del que deben salir preparados para pasar a pisos. De lo contrario, advierte Peio López de Munain, las familias se enfrentan al desahucio, e incluso a perder la custodia de la quincena de menores que vive con ellos. El responsable de Asuntos Sociales asegura que es su última oferta y que «no hay marcha atrás».

El clan no acepta que el Ayuntamiento diga que pueden llegar a perder a sus hijos. «Están escolarizados y ninguno sufre malos tratos, ¿qué motivo van a tener para llevárselos?», aseguró ‘la María’. Creen que así tratan de presionarles para abandonar la casa de la Avenida de Huetos y niegan tener aviso de desahucio.

«Mucho rechazo»

Según estudidos realizados por el Ayuntamiento, la situación económica de las familias es más que precaria: acumulan deudas hipotecarias y llevan años sin hacer frente a los impuestos. El Gabinete Lazcoz tiene claro que el embargo está a la vuelta de la esquina. Y sin casa, los ‘Bartolos’ pueden perder a todos los niños. Por eso, apuesta por esta alternativa y se ofrece a negociar familia por familia su traslado a Aguirrelanda. Según anunció ayer López de Munain, espera empezar a hablar con ellos a final de mes.

Y va a ser complicado que desistan de su idea de irse «ya» a un piso. «Allí podemos hacer todos los cursos que quieran y que nos controlen las asistentes. Podemos convivir con los payos; ya hay tres familias de las nuestras que llevan tiempo integradas y de eso nadie habla», aseguró Saturnino Cortés. «Lo que no pueden es anunciar a bombo y platillo a dónde nos van a mandar, porque con la fama que nos han puesto, eso genera mucho rechazo», agregó.

El plan de Lazcoz generó ayer malestar en la oposición municipal. Concejales del PNV, PP, EB y EA criticaron con dureza a López de Munain por tener ya decidido lo que pretende hacer con los ‘Bartolos’, cuando es un asunto en el que la Corporación lleva meses trabajando.

Los ediles de PNV y EB llegaron incluso a plantar al titular de Asuntos Sociales y desistieron de acudir a la reunión en la que les iba a explicar los pormenores de su plan. Antxon Belakortu, de EA, fue el único que entró a valorar la propuesta. A su juicio, si detrás del traslado sólo hay un mero cambio de residencia, «el problema va a seguir siendo el mismo». «Necesitan una intervención social potente», reclamó.