Ante todo discreción. Nadie puede saber que se ven obligados a recurrir a una organización como Cáritas para conseguir productos de primera necesidad. Su situación es crítica y no pueden comprar ni alimentos. Pero viven en un chalé, algunos con piscina incluida. Son 44 familias, residen en la urbanización de la Canyada y en la mayoría de los casos se trata de personas de clase media que, ahogados por la hipoteca y víctimas del desempleo, tienen que acudir a Cáritas para poder subsistir.

Si hace dos años la delegación que la organización católica tiene en la urbanización atendía a poco más de una decena de familias de bajos recursos de forma intermitente, ahora la cifra se ha triplicado y el perfil ha cambiado de forma radical.

Según algunas fuentes, los voluntarios de Cáritas en la Canyada han ayudado tradicionalmente a personas que vivían en unas chabolas situadas junto al cauce del río Turia, y de forma ocasional, a familias que viven en una zona de la urbanización donde las casas son más humildes y la mayor parte de los casos viven de alquiler.

Ahora están sorprendidos y se dan cuenta de lo crítica que es la situación económica para muchas familias que antes vivían con holgura. Los vecinos acuden al local de Cáritas y reciben una bolsa semanal con alimentos básicos: aceite, leche, arroz, fideos o carne. Además, en algunos casos solicitan ayuda para hacer frente a impagos, sobre todo de agua o de luz, pero también de la hipoteca. En el caso de la vivienda, Cáritas se niega a dar ayudas porque no tendría suficiente presupuesto.

En la Canyada, además, el colectivo de personas atendidas por la organización humanitaria se ha multiplicado incluso más que en otros barrios de Paterna, donde de momento, y según las últimas cifras se ha duplicado. Y Cáritas se ve desbordada. Por este motivo, ayer se reunieron los representantes de las distintas delegaciones con el alcalde de la localidad, Lorenzo Agustí.

Según Cáritas, que tiene cinco delegaciones en Paterna (La Canyada, La Coma, San Pedro, Santa Rita y Virgen de los Desamparados), el número de familias que solicitan su ayuda se ha incrementado considerablemente en los últimos dos años, y también su perfil. Antes se atendía a familias desestructurasdas, de etnia gitana, inmigrantes ilegales, … Actualmente más de un centenar de familias se benefician de las ayudas de Cáritas. Y cada vez más, son familias de clase media ahogadas por las deudas y sin trabajo.


Bonos

El Ayuntamiento se mostró dispuesto a colaborar y ayudar a Cáritas a hacer frente a las necesidades de las familias que acuden a ellos. Una de las propuestas que se planteó durante la reunión es la creación de un economato, en el que los vecinos de Paterna más necesitados puedan adquirir productos de alimentación y de primera necesidad utilizando bonos que adquirirán en las delegaciones de Cáritas.

Lorenzo Agustí transmitió además su intención de realizar una aportación municipal directa a las Cáritas. Esta aportación, independiente de las ayudas que viene desarrollando el Ayuntamiento a través de Servicios Sociales, servirá para paliar problemas urgentes que los vecinos plantean diariamente.

Agustí indicó que se destinará la ayuda necesaria a través del remanente positivo que obtenga el Consistorio de la liquidación del presupuesto 2008. “Hay momentos en el que el Ayuntamiento podría destinar este dinero a realizar inversiones, pero en la coyuntura actual consideramos necesario utilizarlo para asegurar que se cubren necesidades básicas de familias sin recursos”, indicó el primer edil.

El alcalde y los distintos representantes de Cáritas, así como técnicos de Servicios Sociales, acordaron reunirse de nuevo en un plazo de tiempo no superior a quince días. En esa reunión se cuantificarán las ayudas económicas que necesita cada delegación en función de las familias que atiende y se pondrán las bases para la creación del economato. En este sentido, apelaron a la solidaridad de las empresas para que presten su ayuda cediendo alimentos y productos de primera necesidad.