BaRCELONA – Entre 5 y 8 años de cárcel y multas de hasta 27.000 euros pide el fiscal para los cuatro acusados de editar y vender en Barcelona libros y otros productos de ideología nazi. En ellos, según la acusación, se incitaba a eliminar grupos raciales, se exaltaban los regímenes totalitarios basados en la supremacia aria y se negaba el Holocausto.
En el primer día de juicio, el segundo de este tipo que se celebra en la Audiencia Provincial de Barcelona, se encontraban en el banquillo el propietario de la librería Kalki, Óscar P.G; el responsable de la editorial Nueva República, Juan Antonio L.S; el presidente de la organización Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI), Ramón B; y Carlos G.S.
Tras investigaciones policiales a finales de 2002, los agentes tuvieron conocimiento que a través de la librería y la editorial se distribuía material de apología nazi. Durante la operación se intervinieron unos 10.000 libros, varias cintas de videos, revistas, «fanszines» y esvásticas que justificaban el Holocausto.
Durante la primera declaración, el procesado Óscar P.G. se definió como «nacionalsocialista, no nazi» y manifestó su «repugnancia a la xenofobia». El librero afirmó que la organización CEI, de la que fue delegado en Cataluña, «no tenía ninguna finalidad política y se creó incluso para combatir la xenofobia, la discriminación racial y los skins». Del material incautado dijo que tan sólo era un 15 por ciento de las obras que se vendían en su librería, «que trataba distintos temas de filosofía, política o cultura».
Las asociaciones Sos Racisme y Amical Mathausen, que ejercen de acusación popular junto a la Comunidad Israelí en Barcelona, han promovido un manifiesto en el que piden que se penalice la negación del Holocausto.