Cuatro de cada diez mujeres inmigrantes llegan a Euskadi con estudios de Secundaria

Diario de noticias de Alava, elena arteagoitia, 03-03-2009

Las tasas de desempleo en este colectivo femenino son muy inferiores a las de los varones, que están peor formados

vitoria. Las mujeres inmigrantes que llegan a Euskadi lo hacen cada vez con un mayor nivel de formación, por lo que encuentran más facilidades a la hora de desarrollar un proyecto de vida autónomo. Un estudio revela que cuatro de cada diez féminas foráneas tienen estudios secundarios cuando deciden emigrar de sus países, una tasa superior a la de los hombres. Ello les permite acceder con mayor rapidez a un empleo. Prueba de ello es que el paro en este colectivo es menor.

El informe llevado a cabo por el Observatorio Vasco de Inmigración pone de relieve que la formación de las protagonistas de las migraciones es superior al promedio que existe al respecto en sus países de origen. De hecho, entre las personas que residen en la Comunidad Autónoma Vasca, la mitad dispone de un currículum formativo medio, especialmente si son féminas, entre las que, además, el analfabetismo es más bajo.

Así, cabe destacar que el 38,5% de las inmigrantes de sexo femenino posee estudios de Secundaria, y que el 15% ha llegado incluso a formarse en la universidad. Sin embargo, estos datos varían dependiendo de sus países de origen. Se detectan situaciones tendencialmente paritarias en hombres y mujeres procedentes de países desarrollados como pueden ser Francia o Argentina, y otras más asimétricas que les colocan a ellas en posiciones de inferioridad educativa entre los oriundos de Marruecos, Portugal y, en menor medida, Rumanía.

En cualquier caso, el estudio llevado a cabo por el observatorio deja entrever que las inmigrantes que recibe Euskadi cada vez están mejor preparadas. No en vano, entre ellas, más incluso que entre los hombres, el principal motivo para salir de su lugar de origen es el de encontrar un trabajo mejor. Es más, la mitad de las mujeres afirma que la emigración ha sido fruto de una decisión personal, por lo que cada vez son menos las que llegan a cualquiera de los tres territorios como acompañantes.

Este esfuerzo entre el colectivo femenino por lograr una mayor autonomía también se deja notar en el grado de inserción laboral que tiene. Si bien es cierto que siete de cada diez personas inmigrantes cuentan con un trabajo, el nivel de desempleo de ellos es el doble que el de las mujeres . En concreto, la tasa de paro entre los primeros es del 23,6%, mientras que sólo el 11,5% de las féminas carecen de un puesto de trabajo.

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