El último triunfo de Haider
El partido del fallecido líder ultra austriacogana los comicios de su feudo de Carintiacon una campaña basada en su legado
El Correo,
,
03-03-2009
En el enclave meridional austriaco de Carintia, los muertos gozan de buena salud, son candidatos en unos importantes comicios regionales y hasta pueden ganar elecciones. Jörg Haider, que murió hace cuatro meses en un accidente de tráfico mientras conducía ebrio su coche oficial, se convirtió el domingo pasado en el primer político del país centroeuropeo en obtener un triunfo electoral desde el más allá. Después de llevar a cabo una campaña electoral basada en la vida y milagros del mandatario populista, Alianza para el futuro de Austria (BZÖ), el partido que fundó Haider, obtuvo un espectacular 45,6% de los votos, tres puntos más que en las anteriores elecciones de 2004.
El BZÖ apostó por la imagen del desaparecido líder de Carintia para hacer frente al desafío que tenía por delante y lograr la reelección de Gehard Dörfler, sucesor de Haider en el cargo de gobernador. Con fotos y pancartas alusivas al político fallecido y el mismo discurso xenófobo, el BZÖ derrotó a los socialdemócratas y lanzó un categórico mensaje al resto del país: la ultraderecha sigue viva y más fuerte que nunca.
«Los rojos han perdido frente a un muerto», titulaba ayer el periódico liberal ‘Der Standard’ al comentar la derrota del Partido Socialdemócrata (SPÖ) que sólo obtuvo un 29% de los votos, diez puntos menos que hace cuatro años y destacar al mismo tiempo la victoria electoral de la ultraderecha. «El carisma de Haider sigue surtiendo efecto aún después de su muerte», recogía el popular ‘Kurier’.
De hecho, el último triunfo electoral de Haider es doble. El más famoso y polémico político austriaco, además de ganar los comicios, logró enterrar los rumores de asesinato que nacieron después de su muerte, sus problemas con el alcohol y su homosexualidad.
Pocos días después del trágico accidente, su secretario personal, Stefan Petzner, admitió que la relación con su superior era algo más que una simple amistad y dijo ante las cámaras de televisión que Haider había sido «el hombre de su vida», una confesión que le costó el cargo de jefe del partido y sumió al BZÖ en una crisis que pronosticaba lo peor.
Renovación completa
Pero la Alianza para el futuro de Austria logró levantar cabeza, los principales cargos fueron ocupados por hombres sin mancha y los nuevos dirigentes consiguieron ponerse de acuerdo para designar candidato a Dörfler, un militante que nunca había soñado con hacer carrera política y menos con ocupar el sillón dejado vacante por el caudillo desaparecido. Desde entonces, el BZÖ trazó una estrategia que culminó el domingo pasado. Con una energía poco común, el partido decidió convertir a Haider en su principal emblema, bautizó puentes y parques con su nombre y colocó su nombre en la lista electoral.
«En estas elecciones sólo hay un candidato y se llama Jörg Haider, aunque sus restos estén depositados en una urna», dijo la ex ministra de Justicia Karin Gastinger en vísperas de las elecciones, al constatar la extraordinaria resurrección política del fundador del BZÖ.
Pero el arquitecto del triunfo de Haider no fue otro que su antiguo secretario personal y que tuvo que renunciar al cargo de jefe del partido tras su confesión amorosa. En una decisión inesperada, el BZÖ designó a Petzner como el principal estratega de la campaña. El joven de 28 años, en un postrer homenaje al «hombre de su vida», llevó la pugna política al más puro estilo de su ídolo, con llamamientos a los instintos xenófobos de sus compatriotas y ataques a los peticionarios de asilo y a la minoría eslovena que habita el Estado.
Por eso, a nadie le extrañó que en la noche del triunfo, el reelegido gobernador Dörfler rindiera honores al líder. «Seguiremos impulsando en Carintia la misma política que con tanto éxito promovió Jörg Haider», proclamó.
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