Un librero acusado de defender ideas nazis dice tener sólo un interés «filosófico»
El Mundo, , 03-03-2009Dice hacer «un análisis social, histórico y político de la Europa de los años 30» Barcelona
Sin negarlo, el suyo era un interés meramente «intelectual y filosófico» por el nacionalsocialismo. Así lo explicó el responsable de la librería Kalki, Oscar P. G., durante la primera sesión del juicio por la difusión – junto a tres personas más – de las ideas del genocidio mediante la edición y venta de centenares de libros que justificaban el Holocausto nazi, y por conformar una organización que defendía – llegado el caso, incluso, por la vía armada – los ideales del Tercer Reich.
En la librería de Oscar P.G., donde la Policía encontró durante los años 2004 y 2005 infinidad de libros y objetos nazis – desde volúmenes que defendían la raza aria, pasando por otros contrarios a las mujeres y los homosexuales, hasta cruces gamadas o brazaletes negros – , restó importancia al hecho de que la organización a la que pertenecía, el Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI) – presidida por otro de los acusados – obligara a sus socios durante las reuniones a vestir uniformes militares muy parecidos a los de las juventudes de las SS, que cambiaban según la ocasión y reunión.
Este aspecto era, a su juicio, una cuestión«folclórica», de la misma manera que, a su parecer, también lo era contar el tiempo desde el «año 0», marcado por la fecha de nacimiento de Adolf Hitler.
El acusado Oscar P.G. – el único que declaró ayer durante la primera sesión del juicio, en la Audiencia de Barcelona – reconoció su interés «filosófico» por esta ideología, pero negó tajantemente ser «nazi». Su voluntad, dijo, siempre ha sido la de «hacer un análisis social, histórico y político de la Europa de los años 30», hecho que lograba mediante esta asociación, cuya cuota mensual era de 10 euros.
El fiscal pide ocho años en total para los cuatro acusados tras habérseles incautado numerosos libros y revistas que justificaban el Holocausto y fomentan el odio racial.
Los procesados, Oscar P.G. Ramon B., Juan Antonio Ll. y Carlos G., afrontan penas de entre cinco y ocho años de cárcel por esas acusaciones, en los que la Fiscalía aprecia la atenuante de disminución de los efectos del delito, ya que han disuelto su asociación y han donado 18.000 euros para proyectos vinculados a víctimas de actos de xenofobia y genocidio.
Aparte de la asociación CEI, los procesados tenían otra organización interna llamada Hermandad Aria La Orden, cuyo objetivo era «liderar una resistencia activa» para reinstaurar el nacionalsocialismo en el mundo. Preguntado por el tribunal a este respecto, Oscar P.G. afirmó que la publicación en la que se expresaba este supuesto «es un ejemplar en desuso completamente».
Al inicio del juicio, el fiscal tuvo que rectificar uno de los párrafos de su escrito de acusación, en el que todavía constaba como delito la negación del Holocausto, hecho anulado por el Tribunal Constitucional en el año 2007, en pro de la libertad de expresión.
Coincidiendo con la celebración de este juicio, una treintena de entidades, recordando el juicio al librero filonazi Pedro Varela, han firmado un manifiesto impulsado por SOS Racismo para erradicar el nazismo de la sociedad.
«Sabemos que todo esto no es algo popular», reconoció el acusado, insistiendo en varias ocasiones en el hecho de que no sabía cuáles eran los contenidos de los libros que vendía, ya que su obligación como librero era comercializarlos. En este sentido, recalcó que pensaba que no había problema en venderlos, porque estaban, además, registrados por el ISBN. El juicio seguirá hoy con la declaración de los otros tres acusados. Ante la puerta del Palacio de Justicia, entre dos farolas, ondeaba una pancarta con el lema «Feixisme mai més».
«¿Acaso disfrazado se piensa mejor?»
>Esta fue la pregunta que el magistrado presidente de la sección décima de la Audiencia de Barcelona, Josep Maria Pijuan, lanzó al acusado Oscar P.G., después de ojear los tomos del sumario y encontrarse con los dibujos de los tipos de uniformes que los socios del Centro de Estudiso Indoeuropeos debían lucir durante las reuniones.
Las vestimentas, muy parecidas a las de las juventudes de la SS, consistían en botas militares, camisa crema, corbata negra, pantalón oscuro y brazalete con las siglas de la organización.
(Puede haber caducado)