Unas 300 personas entre inmigrantes del Magreb residentes en Lepe (Huelva) y vecinos de la localidad se concentraron ayer a las puertas del Ayuntamiento para pedir justicia en la investigación por la muerte del argelino Bernabá Laaredj, fallecido tras una reyerta en el municipio el pasado sábado.

El portavoz de los inmigrantes, Abdalá Binizza, lamentó la existencia de “pequeños brotes racistas”, en los que englobó el suceso que costó la vida el sábado al inmigrante argelino. “Era una persona tranquila, que no se metía con nadie, y no se merecía que unos cuantos le viniesen por detrás y le golpeasen la cabeza con una botella”, lamentó Binizza.

El alcalde de Lepe, Manuel Andrés González (PP), se reunió con una representación de los inmigrantes, a los que transmitió la intención del Ayuntamiento de mantener “la buena armonía que siempre ha existido entre los vecinos del municipio y la población inmigrante”, que esperó no se vea rota por este “suceso aislado”. Los inmigrantes también han pedido al Consistorio que intente agilizar los trámites para que el cadáver del fallecido sea repatriado a Argelia.