LAS elecciones celebradas ayer en Euskadi fueron un nuevo ejemplo de tranquilidad y normalidad, rota en algunos casos puntuales por las reivindicaciones de personas del entorno de la izquierda abertzale ilegalizada, que mostraron su malestar porque Askatasuna y D3M no han podido presentarse a los comicios. Una tranquilidad que estuvo regada por la intermitente lluvia que quiso estar presente en la mayor parte de los territorios vascos.

Con puntualidad británica, a las nueve de la mañana se abrían los colegidos electorales. El tiempo primaveral que reinó durante la campaña electoral en Euskadi dio ayer paso a un tiempo gris, con un cielo encapotado de nubarrones que se convirtieron en chubascos en algunos momentos.

La apertura se desarrolló con absoluta normalidad, con sólo un par de retrasos y algunos colegios electorales que amanecieron con silicona en sus cerraduras.

En el barrio donostiarra de Egia, dos mesas no pudieron ser constituidas hasta aproximadamente las nueve y media de la mañana al no presentarse en el colegio electoral ninguna de las personas asignadas a las mismas. Un hecho similar ocurrió en una localidad cercana a Gernika, mientras que en Araba la apertura de mesas se desarrolló con normalidad.

En este ambiente de tranquilidad y normalidad, el punto negro llegó desde los pequeños incidentes provocados por simpatizantes de la izquierda abertzale, que aprovecharon la jornada electoral para provocar diversos incidentes, que se saldaron con la detención de cuatro personas y con la identificación de más de cuarenta.

Así, la Ertzaintza detuvo a tres personas en Donostia por colocar papeletas de D3M (Demokrazia hiru Milioi) dentro del local de votación y por desobediencia y coacción a los agentes. Un arresto similar se produjo en Urnieta, aunque en este caso la persona detenida que llevaba las papeletas se encontraba en el exterior del colegio electoral.

Respecto a las identificadas, se abrieron diligencias contra trece personas por increpar a los candidatos Izaskun Bilbao (PNV), Patxi López (PSE) y Javier Madrazo (EB) en el momento de votar. El resto fueron acusados de perturbar el orden de la votación, portar distintivos de alguna candidatura ilegalizada o de tratar de distribuir papeletas de D3M.

Al margen de estos pequeños incidentes, la solidaridad tuvo su hueco durante la jornada. Miembros de colectivos sociales cedieron ayer su voto, de manera simbólica, a personas inmigrantes residentes en los tres territorios, para reivindicar el derecho al sufragio para este colectivo.

Ciudadanos con el derecho a voto reconocido acudieron a distintos colegios electorales, en los que, tras presentar su DNI, dejaron que personas inmigrantes eligiesen sus propias papeletas y votasen por ellos introduciéndolas en las urnas o entregándoselas a los presidentes de las mesas correspondientes.

En Álava, esta iniciativa estuvo impulsada por colectivos sociales y sindicatos, dentro de la campaña “¿Una persona… un voto? ¿Por qué no?”

Mediante esta cesión simbólica, estos colectivos reclaman el derecho a voto para las personas inmigrantes.

Rosa Ortiz, chilena residente en Gasteiz, votó de manera simbólica en un colegio electoral del casco histórico, desde donde denunció que “no tenemos derecho a votar, cuando nosotros somos participes de esta sociedad”. En la misma línea, Tania recordó la importancia de la integración y dijo que “cuando participas con el derecho a decidir puedes construir y te sientes partes de esta sociedad”.

Por otro lado, el ex vicepresidente del Gobierno español y ex ministro de Economía Rodrigo Rato se dejó ver ayer por la capital guipuzcoana. Rato participó ayer en la jornada electoral como apoderado del PP, donde vistió varios colegios a lo largo del día para respaldar a los candidatos de su partido en estos comicios.

Izaskun Bilbao, Patxi López y Javier Madrazo se vieron increpados, al ir a votar, por simpatizantes de D3M

Miembros de colectivos sociales cedieron su voto a personas inmigrantes residentes en Euskadi