Es difícil encontrar a una persona que palpe tan frecuentemente la integración de los inmigrantes en las aulas. Fernando Ureña es el director del Instituto de Educación Secundaria Floridablanca, donde lleva varios años echando un pulso contra la desigualdad en las aulas. Ureña destaca el buen funcionamiento que han tenido, en estos años, «las medidas de atención a la diversidad que desarrollamos en el centro. Ha costado trabajo, y ahora estamos en el camino de adaptarnos a una nueva realidad social».

Para el director del Floridablanca, uno de los principales retos de cara a mejorar esa integración en las aulas es «conseguir que los inmigrantes se relacionen más fuera de su grupo habitual de compatriotas, porque uno de los principales problemas es que muchos se aíslan, y eso es lo que hay que evitar a toda costa, que se aíslen del resto. Para ello, tenemos una batería de medidas como las aulas de acogida y el refuerzo escolar, entre otras muchas, que dan buen resultado y con las que se han conseguido cambios muy significativos». Tan significativos que, según Ureña, «en el Floridablanca no hay amonestaciones por cuestiones racistas desde hace dos o tres años».

Asimismo, Fernando Ureña pidió que las medidas que pone en marcha la Consejería «se extiendan a todos los centros», pero hizo especial hincapié en la «necesidad» de que haya «un reparto equitativo del alumnado inmigrante». «Hay que distribuir mejor al alumnado extranjero para evitar precisamente eso, que se formen guetos y que se aíslen entre ellos». Según Ureña, para lograr esa distribución equitativa sólo hace falta «voluntad política». La directora general de Ordenación Académica, preguntada por esta cuestión, aseguró que «estamos trabajando en ello».