Una delegación de parlamentarios italianos, pertenecientes al Comité Schengen, visitó ayer Melilla para conocer sobre el terreno la repercusión que tiene la inmigración sobre la ciudad, cómo se afrontan los problemas derivados de este fenómeno y cuáles son las posibles soluciones. Los parlamentarios visitaron la frontera y recorrieron el perímetro para recoger impresiones y trasladarlas a su país, donde el problema se manifiesta con más gravedad en la isla de Lampedusa.

El presidente de la Ciudad fue el encargado de recibir a una delegación a la que explicó cuál es la dimensión actual de la presión migratoria que sufre la región. Juan José Imbroda les confirmó que, aunque la colaboración con Marruecos ha sido esencial para controlar en parte el fenómeno de las avalanchas, Melilla se enfrenta a dos flujos: el del Magreb y el subsahariano.

También reconoció Imbroda que la ciudad debe seguir afrontando el problema de los menores extranjeros no acompañados y asumiendo la responsabilidad en materia educativa o sanitaria.

Además de afirmar que el fenómeno migratorio está ahora más controlado que hace cuatro o cinco años, cuando se intensificaron las avalanchas, el presidente aseguró a la delegación italiana que en Melilla conviven «perfectamente» varias culturas.

Origen

Por su parte, la portavoz de los parlamentarios reconoció el interés que tienen desde hace tiempo por conocer sobre el terreno cómo se afronta en la ciudad la inmigración ilegal. Margherita Boniver afirmó que el problema que afecta a ambos países es bastante complejo aunque puede resolverse utilizando medios legales y políticos, ya que los italianos apuestan por establecer colaboraciones con los estados de origen.

La delegación invitó formalmente al presidente de la Ciudad a visitar de nuevo Italia para buscar de forma conjunta soluciones al problema migratorio.