Inspección continúa investigando el alcance de los presuntos “tocamientos” denunciados por estas familias

vitoria. La dirección del colegio Vera Cruz se ha mostrado muy crítica con la actitud de un grupo de padres que ha solicitado la expulsión de un alumno de sólo seis años, y de origen inmigrante, por un presunto caso de abusos. Los responsables de este centro religioso concertado aseguran que no van a aceptar “ningún tipo de presión” que persiga imponer una forma de actuación, al tiempo que rechazan como solución derivar al pequeño a otro centro.

En una carta remitida a todos los padres del colegio, el equipo directivo explica que las declaraciones recogidas hace sólo unos días por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en las que algunas familias solicitaban la inmediata expulsión de un alumno de seis años que, según denunciaban, había realizado distintos “tocamientos” a alumnas de su misma clase, “son responsabilidad de un reducido grupo de padres”. “Esta opinión anónima no está suscrita por ningún estamento del centro”, añade.

Estos padres daban el pasado domingo un ultimátum a la dirección de Vera Cruz para que convocase una reunión antes del miércoles con el fin de trasladar a todas las familias los hechos ocurridos en una clase de Primaria, y adoptar una decisión en consecuencia. “La actitud de este alumno refleja el ambiente familiar en el que vive, por eso debe ir a un centro especial”, relataba uno de los padres afectados, que incluso ponía de relieve que este estudiante tenía relaciones familiares con gente de turbio historial.

Al parecer, ciertas actitudes del pequeño, de sólo seis años, habían inquietado a este grupo de familias. Aseguraban que el alumno, que se había incorporado a esta clase hacía sólo unos meses, había “besado, lamido e incluso tocado el culo” en varias ocasiones a cinco compañeras suyas.

La denuncia fue comunicada de inmediato al Departamento vasco de Educación, que envió un inspector al centro la pasada semana para que comprobara in situ el alcance de los hechos relatados por este grupo de padres. También se proporcionó a la clase un especialista en apoyo educativo con el fin de garantizar la protección de todos los alumnos que la integran.

La dirección de Vera Cruz asegura que se ha puesto en contacto con todas las familias afectadas de forma individualizada para explicarles la situación y las medidas adoptadas. Asimismo, se les ha facilitado la posibilidad de recibir una orientación profesional personalizada “sobre las inquietudes que se hayan podido generar entre sus hijos”. En este sentido, insiste en que el centro seguirá trabajando desde “la inclusión y el respeto”.