Para no llamar la atención, se desplazaban en transporte público.Pero después de unos meses de investigación la Guardia Civil los ha arrestado. Concretamente, las pesquisas comenzaron en noviembre de 2008, cuando se detectó que aumentaba el número de robos en viviendas en las zonas noroeste y sur de la Comunidad.

Ahora los presuntos ladrones están detenidos. Eran ocho, en su mayoría chilenos. Cinco se dedicaban a robar y otros tres eran receptadores. Los agentes de Patrimonio, encargados del caso, han llamado a esta operación Murano, como una de las discotecas más famosas de Santiago de Chile. La manera de operar de esta banda siempre era parecida. Eran muy sigilosos, y aunque entraban en viviendas habitadas los inquilinos ni se enteraban. Están imputados en al menos 50 robos con fuerza.

Al estudiar las denuncias de las víctimas se hallaron varios nexos, según explicaron ayer en la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Todos los robos se habían producido al ocaso del día o bien por la noche, y las viviendas que elegían eran siempre unifamiliares y pisos en plantas bajas.

Para acceder a las casas siempre forzaban una puerta, una ventana, o la reja si la casa tenía jardín. Una vez dentro de la casa, solían apoderarse de joyas y pequeños electrodomésticos, pero nada que ocupara mucho espacio.

La razón es que, igual que iban, volvían en Metro y autobús de las localidades donde robaban. Solían guardar el botín en mochilas y así no causaban sospechas.

Pero el hecho de que viajaran en transporte público no les convierte en una banda humilde, según las pesquisas. Los agentes descubrieron que mantenían contactos entre sí permanentemente para coordinarse, e incluso hablaban a menudo con compatriotas que viven en varios países de Europa como Italia, Alemania, Bélgica y Suiza. La Guardia Civil cree que esos contactos internacionales también podrían estar relacionados con asuntos delictivos.

Ayer se expuso el material recuperado en Tres Cantos, sede de la Comandancia. Los guardias han recuperado muchas pequeñas joyas, relojes, mecheros de oro y plata, una pequeña cantidad de moneda en efectivo, en la que abundan billetes extranjeros (incluso escudos portugueses).

Además, había pequeños aparatos electrónicos como reproductores MP3, radios, consolas de videojuegos, ordenadores portátiles…Sin embargo, los agentes descubrieron que los objetos recuperados son pocos en comparación a todos los que pudieron conseguir.

La razón es que esta banda contaba con tres receptadores: un ecuatoriano de 35 años, una colombiana de la misma edad y un español de 18. Los presuntos ladrones, cuatro chilenos y un español de apenas 20 años (excepto el líder, que tiene 31), se movían por las casas de empeño de la zona de Sol para vender sus artículos, y se deshacían de ellos prácticamente el día después de robo.

Para conocer lo que vendían, la banda tenía un líquido que se echa sobre las joyas para saber si son de oro. La operación sigue abierta, explicaron ayer los agentes del Grupo de Patrimonio, pero los ocho detenidos ya están todos en prisión.

Las víctimas pueden reclamar

>A partir del próximo lunes, la Guardia Civil pondrá en su página ‘web’ fotografías del material recuperado. Si alguien ha sufrido uno de los 50 robos cometidos por esta banda, podrá comprobar si hay alguna pertenencia suya en la dirección www.guardiacivil.es, dentro del apartado especiales.

>Para reclamar algún objeto identificado en las fotografías, habrá un teléfono de contacto, pero es imprescindible presentar la denuncia para recuperar las pertenencias. Lo más probable es que sólo haya objetos de los robos más recientes.