Como la película de Tom Hanks, “La Terminal”, tres migrantes originarios de Bután, Asia, residen en el aeropuerto internacional La Aurora desde la semana pasada por haber extraviado sus documentos.

El sueño de Babú, Ramichi y Limbo de llegar a Canadá y buscar una mejor vida, se truncó en Guatemala cuando perdieron sus pasaportes al ingresar al país y no pudieron continuar el viaje.

Prensa Libre habló ayer con los tres migrantes en el área internacional del aeródromo, que se ha convertido en su hogar temporal, donde la alfombra y el gélido suelo simulan una cama.

Aparentemente, los extranjeros hablan el idioma dzongkha, por lo que solo pueden comunicarse por medio de señas.

Al parecer, arribaron al país en un vuelo procedente de Europa, pero como habían extraviado sus documentos no se les ocurrió otra cosa que deambular por el pasillo y luego trataron de escapar por una portezuela.

Como ya era tarde, las autoridades decidieron interrogarlos y al no encontrarles documentos, se les entregó a la División de Puertos y Aeropuertos de la Policía Nacional Civil, pero por el limbo jurídico en que quedaron, residen en ese lugar desde hace cinco días, sin dinero, alimentación, ni agua.

Melvin García, médico del aeropuerto, manifestó que el sábado pasado, uno de los jóvenes se enfermó, y creyendo que podría tratarse de una enfermedad extranjera infecciosa, se le hizo un chequeo.

Tuvo que ser trasladado a la emergencia del hospital San Juan de Dios con síntomas graves de deshidratación y enfermedades pépticas. “El joven vomitó sangre”, dijo García.

Al consultar, por señas, a sus amigos, coincidieron en que también había síntomas de hemorragia interna.

Un policía que los custodia indicó que únicamente se le dejó medicamento y fue devuelto al aeropuerto.

Testigos y algunos trabajadores expresaron su preocupación por estos migrantes pues consideran que se está violando sus derechos. Algunos les han brindado alimento, y como los detenidos no tienen dinero, han llegado a pedir limosna dentro de las instalaciones.

A través de señas, los jóvenes explicaron que es incómodo dormir en el suelo, sin almohada ni colchas, pues les da mucho frío y les causa dolores musculares y de los huesos.

Las autoridades del aeropuerto, sospechan que se trate de una estafa, pues alguien desapareció sus documentos y se cree que pagaron hasta US$10 mil por el viaje.

De lo poco que han sabido expresar los jóvenes, se entendió que el viaje inició en Singapur, luego pasaron por Francia, Holanda hasta llegar Guatemala. “Canadá, Canadá”, se les ha escuchado decir.

Al consultar a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), Flora Reynosa manifestó que el aeropuerto no es un lugar apropiado ni digno para retener a estas personas, pues existe un albergue de Migración. “Seguramente hay autoridades implicadas en el tráfico de personas para permitir este tipo de hechos”, lamentó.

La funcionaria de la PDH aseguró que se le dará seguimiento al caso, pero establecieron que es muy difícil actuar rápidamente si los migrantes no se pueden expresar. “Vamos a solicitar a una persona de Nepal, de los detenidos el pasado martes, para que nos apoye en la traducción, ya que ese idioma es un dialecto de Bhutan”, externó Reynosa.

Diego Sierra, gerente del aeropuerto, indicó que el caso es parte de un proceso de Migración. Sin embargo, el director de Migración, Renato Durán, enfatizó que la responsabilidad recae sobre la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), porque las personas aún no han ingresado al país y se encuentran dentro de las instalaciones de la DGAC.

“Se están buscando los mecanismos para resolver su situación legal y establecer qué línea aérea los trajo para poderlos retornar a su país”, dijo Durán, quien añadió que en Guatemala no se desea criminalizar a los indocumentados, ni mucho menos violentar sus derechos.

El director de la DGAC, Juan José Carlos, justificó que Aeronáutica no tiene nada que ver en el asunto; aunque los migrantes permanezcan en las instalaciones del aeropuerto “los responsables son Migración, ellos autorizan quién entra y quién sale del país, yo no tengo nada que ver con esto”, reiteró.

Cuatro mujeres procedentes de la República de China también permanecen retenidas en las instalaciones del aeropuerto desde hace 25 días por viajar con documentos falsos. La aerolínea TACA, como responsable de su viaje, se encarga de su alimentación, pero éstas también permanecen en un limbo legal y no se sabe qué ocurrirá con ellas.

Un trabajador del aeropuerto que no quiso identificarse comentó que las mujeres se han tenido que bañar en las duchas de hombre en los hangares de TACA con agua fría porque los calentadores no funcionan. Éstas, a diferencia de los jóvenes, cuentan con alimentación y literas y se ubican en el salón VIP del área de Protocolo de la terminal aérea.