Barcelona

Ningún catalanista sin pareja es el lema de la nueva campaña de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), que quiere animar así a sus 50.000 militantes a ofrecerse como parejas lingüísticas de aquellos inmigrantes interesados en aprender y practicar la lengua catalana.

La campaña la promueven las agrupaciones sectoriales de cultura e inmigración de CDC y se enmarca en el proyecto de la Casa Gran del Catalanisme de Artur Mas, que busca abrirse también a la nueva inmigración.

La figura de la pareja lingüística consiste en que voluntarios catalanohablantes se ofrezcan a inmigrantes interesados en aprender el catalán para conversar periódicamente en esta lengua.

Según la secretaria ejecutiva de ámbito sectorial de CDC, Montserrat Candini, las parejas lingüísticas representan una oportunidad, no sólo de ayudar a los inmigrantes a practicar la lengua, sino también de enseñarles la realidad social del país, mientras que los catalanohablantes pueden aprender sobre las experiencias de sus parejas en sus países de origen.

El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, insistió ayer en la necesidad de facilitar la «cohesión social» de Cataluña por la vía de la integración lingüística de los inmigrantes para poder seguir considerando Cataluña como «un solo pueblo», un mensaje compartido por el mismo presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla.

Todos los diputados de CiU en el Parlament, el Congreso y el Senado tienen ya pareja lingüística, así como los concejales del Ayuntamiento de Barcelona. «La lengua es el eje común de la identidad y personalidad del pueblo catalán. Si la gente del país no se pone al frente de esta nueva etapa de velar por la superación de las actuales dificultades, nuestra identidad puede verse amenazada», alertó Puig.