EFE

La iglesia de Santa María de Miranda de Ebro acogió la misa funeral por las víctimas del incendio

ABC

MIRANDA DE EBRO. Los restos mortales de cuatro de las cinco personas fallecidas el jueves en Miranda de Ebro (Burgos) en un incendio en una vivienda fueron enterrados ayer en el cementerio Nuestra Señora de Altamira de esta localidad, una vez que sus familiares renunciaron a la repatriación. Los féretros de las dos mujeres de 20 años y de los hijos de una de ellas – una niña de cuatro y un bebé de uno – llegaron desde el tanatorio a la iglesia de Santa María, a escasos 50 metros del lugar donde vivían, alrededor de las 11.45 horas.Allí fueron recibidos por numerosos miembros de la comunidad rumana, muchos de los cuales pasaron la noche en las dependencias de Cruz Roja, donde se habilitaron unas dependencias para un velatorio.

Minutos después, a las 12.00 horas, hora fijada para el funeral que se ofició por el rito ortodoxo, fueron entrando en el templo el alcalde de la ciudad, Fernando Campo y varios concejales de la corporación.

También asistieron al sepelio el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo; la subdelegada en Burgos, Berta Tricio; el presidente de la Diputación de Burgos, Vicente Orden Vigara; el director del Instituto de la Juventud de Castilla y León, Sergio Montoya; y la diputada popular Sandra Moneo, entre otros. Las autoridades detallaron que la Policía Científica aún no ha podido iniciar la investigación sobre las causas, porque el fuego se ha reavivado en las dos últimas noches, lo que impide entrar en el inmueble de la manera adecuada para realizar la investigación».

Durante casi hora y media, familiares y allegados de las víctimas mantuvieron la emoción y el silencio en una misa oficiada, en castellano y rumano, por un sacerdote ortodoxo llegado de Vitoria para la ocasión. Junto a él, en el altar se situaron tres clérigos de la ciudad. El sacerdote se dirigió a los presentes, casi medio millar de personas, para mostrar su dolor por lo sucedido y aprovechó la ocasión para destacar «la serenidad con la que la familia ha asumido la pérdida, sobre todo la abuela de los niños y madre de una de las fallecidas», y para poner de manifiesto el «comportamiento exquisito de la comunidad rumana» en estos días de tragedia.

Ayer por la tarde estaba previsto llegase al tanatorio de la ciudad el cuerpo del quinto miembro fallecido de la familia, un joven que murió ayer en el hospital vizcaíno de Cruces.. J.D.V., de 26 años de edad, será enterrado hoy en el mismo cementerio de la ciudad, después de oficiarse un acto religioso de carácter estrictamente familiar, informa Efe.