Los 35 inmigrantes subsaharianos que viajaban en una patera interceptada ayer por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo llegaron al Puerto de Motril tras pasar varios días a la deriva y sin comer, con uno de ellos muerto en el interior de la embarcación.

La patera fue interceptada sobre las 11.30 horas a 18 millas al sur del cabo Sacratif de Motril, después de que sus integrantes telefonearan al 112 sobre las 09.30 horas alertando de que se encontraban a la deriva cerca de la costa granadina y de que en la embarcación llevaban un cadáver.

En el momento de ser localizada los agentes comprobaron que la patera, de unos seis metros de longitud, tenía el motor parado y con “bastante” agua en su interior. Al parecer, el cadáver llevaba flotando varias horas entre los inmigrantes, que no lo tiraron al mar por encontrarse entre ellos el hermano del fallecido.

Todos los ocupantes se encontraban en buen estado a pesar de llevar varios días sin comer.