barcelona – Los Mossos d¿Esquadra y del departamento de Interior afrontan un nuevo problema. La Fiscalía pide penas de hasta siete años de cárcel para dos agentes acusados de haber pegado y detenido ilegalmente en su casa a un hombre, al parecer inocente, que se negó a identificarse al tomar por atracadores a los policías, que iban de paisano.
La sección 21 de la Audiencia de Barcelona juzgará la próxima semana a ambos agentes, Sonia R.H., que afronta cinco años y medio de cárcel por detención ilegal, y Juan Luis I.C., para quien la fiscalía pide una pena de siete años al imputarle también un delito de lesiones.
Según mantiene el Ministerio Público en sus conclusiones provisionales, el caso ocurrió en febrero de 2007, cuando los dos agentes acudieron al domicilio de la víctima para dar cumplimiento a una orden de detención de un inmigrante irregular emitida por la Brigada Provincial de Extranjería.
«Posibles atracadores»
Los agentes tocaron al timbre de ese domicilio, mientras avisaban de que eran policías. Al abrir la víctima la puerta, Juan Luis I.C. mostró su placa profesional «de forma muy rápida» al denunciante, que penso que los policías eran atracadores. El hombre trató de introducirse en su domicilio, lo que Juan Luis I.C. le impidió «poniendo un pie en la puerta y agarrándole fuertemente por el brazo, mientras le sacaba al rellano doblándole el brazo hacia la espalda y tirándolo al suelo boca abajo, mientras le presionaba la espalda con la rodilla», según la Fiscalía. Siempre según esta versión, los agentes no se identificaron ante el resto de vecinos.
La presunta víctima intentó llamar por teléfono, pero el agente lo detuvo por desobediencia a la autoridad y usurpación de funciones públicas, «sin que nadie le leyera sus derechos». El hombre fue conducido a la comisaría, donde quedó en libertad después de que se le abrieran unas diligencias por una falta de desobediencia a la autoridad.