barcelona – Sergi Xavier Martín, un joven de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) de 21 años, fue juzgado ayer en la Audiencia de Barcelona, por una agresión e insultos vejatorios – racistas y machistas – a una menor ecuatoriana. Los hechos sucedieron la noche del 7 de octubre de 2007 en una línea de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), cerca de la estación de la Colonia Güell.
Las imágenes de la patada en la cara de la menor fueron repetidas hasta la saciedad por todos los medios de comunicación, y esto provocó que el juicio contara ayer con una masiva presencia de periodistas. Había expectación.
Pide perdón
Sergi Xavier sólo quiso responder a las preguntas de su abogado y aseguró que «no recuerdo nada de ese día, porque había tomado doce o trece cervezas, cubatas y una pastilla de éxtasis», pese a que las imágenes de FGC muestra su entrada al vagón con paso derecho y firme, y al acusado hablando por el móvil. Tras visionar de nuevo el famoso vídeo, el procesado declaró que «vuelvo a pedir perdón a la chica, me doy asco a mí mismo, nadie se merece lo que le hice». «Recuperé la conciencia cuando fuí a un local de jóvenes de mi pueblo, no recuerdo nada del trayecto en tren», añadió. Respondiendo a su abogado, recordó que creció bajo la tutela de su abuela y que casi no sabe nada de sus padres.
La Fiscalía pide para el procesado tres años de cárcel por un delito de lesiones y otro contra la integridad moral, además de una indemnización a la víctima, que declaró a través de una videoconferencia, al ser aún menor.
La acusación particular de la familia de la menor, y la acusación popular de SOS Racismo están de acuerdo con esa petición. Por su parte, la parte de la Generalitat pide 20 meses de prisión, una multa de 750 euros y dos cursos educativos y formativos. Sergi Xavier tiene antecedentes por robo con violencia y por positivo de alcoholemia, por lo que ingresará en prisión si es declarado culpable.
También declaró la madre de la menor ecuatoriana, Alexia Alejandra Mora, que explicó que se enteró de la agresión «por una llamada de la Guardia Civil». Añadió que, desde el suceso, su hija «padece insomnio» y que tiene «consecuencias psicológicas». Además, señaló que «ella tiene aún temor, está afectada, y el consejo de los psicólogos es que la apoyemos al máximo».
El acusado, mientras hablaba por su móvil con otra persona y comentaba que «había matado a un moro», pellizcó un pecho de la chica, le dijo «inmigrante de mierda y «zorra», entre otros insultos. Acto seguido, le propinó una patada en la cara y bajó en la estación de Sant Boi. Un joven brasileño, Roberto Jesús P., fue testigo de los hechos, que en ese momento aconsejó a la chica que denunciara los hechos a la Policía y que ayer aseguró que el acusado «no parecía borracho, caminaba bien». No obstante, afirmó que existieron los insultos y la patada.
Por su parte, el cónsul de Ecuador, presente en la vista oral, señaló que «es un caso excepcional, y agradecemos la ayuda de la Generalitat». «Pedimos justicia», añadió.Las imágenes del vídeo son la principal prueba contra el procesado, que en ningún momento negó los hechos por los que está imputado. El juicio quedó visto para sentencia.