Mueren cuatro miembros de una familia, dos de ellos niños, al arder su vivienda

ABC, MAR GONZÁLEZ | BURGOS, 20-02-2009

Dos niños rumanos – de uno y tres años – , su madre y una tía de los menores, ambas de veinte años de edad y de la misma nacionalidad, fallecieron ayer en el incendio de su vivienda en el casco histórico de Miranda de Ebro (Burgos). El padre y el tío también resultaron heridos de gravedad y fueron trasladados a hospitales de Cruces (Vizcaya) y Burgos, respectivamente. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto y suspendido la celebración de algunos de los actos de los carnavales.

Minutos antes de las ocho de la mañana, un policía local que se encontraba en la zona llamó al servicio de emergencias de Castilla y León alertando de un incendio en una vivienda de la calle San Juan, en cuyo interior podría haber varias personas, como se confirmaría poco después. En el lugar de los hechos, los facultativos del Sacyl nada pudieron hacer por los dos niños, de uno y tres años, que ya habían fallecido, al igual que su madre y su tía. Otros dos hombres resultaron heridos en el suceso. El padre de los niños fue trasladado en estado crítico, con el 50% de su cuerpo quemado, al Hospital de Cruces en Baracaldo (Vizcaya). Por su parte, el tío, cuyo estado era grave, fue trasladado en helicóptero al Complejo Asistencial de Burgos.

Rápida actuación

Vecinos de la zona explicaron que «todo fue muy rápido». Al parecer se oyó una explosión y acto seguido las llamas salían por una de las ventanas del segundo piso y alcanzaban gran altura. «Los bomberos llegaron enseguida», destacó uno de los vecinos, «porque sino no sé lo que hubiera podido pasar».

La autopsia de los cuatro cadáveres se realizará hoy y posteriormente serán trasladados al tanatorio de Miranda de Ebro. Según informaron fuentes del Ayuntamiento de esta localidad burgalesa por expreso deseo de la familia, los mismos serán repatriados a su lugar de origen, Rumania. El propio Consistorio y la Junta de Castilla y León correrán al 50 por ciento con los gastos derivados del traslado.

Además, atendiendo al deseo de la familia y respetando sus costumbres, se ha habilitado en las instalaciones de Cruz Roja un velatorio de duelo. El mismo durará dos días y durante los mismos recibirán a los miembros de su comunidad.

La propietaria de una tienda de dulces y pan colindante al lugar del incendio explicó entre sollozos que los fallecidos «habían conseguido los papeles hace poco tiempo» después de cuatro años en España y que el padre de los menores muertos, que al principio se dedicaba a recoger chatarra, tenía ahora un trabajo en la construcción.

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